El cine

En una noche de insomnio en París,1894, los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo y en 1895 proyectaron la primera película de la historia: “L’arrivée du train en gare de la Ciotat”.

El cine responde al viejo afán del hombre por recrear la realidad que le rodea, cosa que intentó hacer desde tiempos inmemoriables mediante la pintura y la escultura. En las cuevas de los trogloditas se han encontrado dibujos de animales en movimiento. Ni el invento de la fotografía en el siglo XIX, ni la creación del fonógrafo por Edison a fines de ese siglo, ni la fabricación en 1945 del magnetófono le dejaron satisfecho. Quiso ir más allá. Buscó aprehender la dimensión del movimiento, que largamente le había sido esquiva. Y esto lo alcanzó con el cinematógrafo y con sus maravillosos efectos de luz, imágenes, sonido y color.

El cine se convirtió en espectáculo de masas, medio de comunicación e instrumento politico.

En los años 30 los fascistas orientaron su cinematografía hacia la propaganda política, con gran sacrificio de su calidad artística. Fue un cine comprometido con las peores causas del totalitarismo. En Alemania se produjeron películas de propaganda nazi, como el documental “Triumph des Willens” de Riefenstahl, referido a la celebración anual del partido hitleriano; y en Italia Mussolini instituyó el Festival Internacional de Venecia como instrumento de propaganda del fascismo.

Durante la guerra fría el cine fue medio de propaganda política. Formó parte de la “guerra fría cultural” que acompañó a los despliegues militares y políticos. Hollywood estuvo vigilado por los servicios de inteligencia norteamericanos para que emitiese mensajes subliminales contra los regímenes autoritarios. Las agencias de información sugerían temas para las películas. En los años 50 apareció una serie de cintas anticomunistas, como “The Red Nightmare”, “Invasion USA”, “The Red Menace”, “Red Planet Mars” y “My son John”. Directores, productores y actores jugaron un papel muy importante en la defensa de los patrones culturales de Occidente.

Detrás de la cortina de hierro ocurrió lo mismo. El cartelismo cinematográfico soviético hizo del cine un instrumento de adoctrinamiento político. Dijo Stalin: “el cine es un medio sumamente importante de agitación de masas, que debe ser controlado”.

Actualmente, a través del cine los norteamericanos y europeos difunden sus valores culturales e inculcan una manera de ver la vida. El mayor rubro de exportación de los EE.UU. no son sus manufacturas sino sus películas. En Francia el 70% de la taquilla corresponde a películas norteamericanas y en España el 90%. El predominio fílmico en la televisión es probablemente mayor y tiene un alcance mucho más amplio. Lo cual explica que la “american way of life” se haya extendido tanto por el mundo.

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