Los vegetalistas tsáchilas se han ubicado en la vía Santo Domingo-Quevedo desde hace más de 40 años. Poco a poco fueron adquiriendo las tierras a mestizos o, incluso, algunas son propiedades comunales de la nacionalidad.
Con calaveras adornadas, lanzando hojas de coca al aire y al son de cantos, diez chamanes peruanos realizaron este lunes un ritual místico en el que pronosticaron que el campeón de la Copa América Centenario saldrá de un duelo entre Argentina y Chile.
Una inmersión mística en el mundo de los espíritus del Ecuador precolombino a través de una de sus principales figuras, el chamán, es la propuesta de una gran muestra arqueológica que el museo Quai Branly de París expone desde este martes, 16 de febrero del 2016.
El mundo espiritual del Ecuador precolombino cruzará el Atlántico para mostrar las costumbres, los valores y los conocimientos del chamanismo.
Desde hace 500 años, los tsáchilas desarrollaron roles específicos en sus comunas. Los hombres eran cazadores y chamanes; las mujeres realizaban artesanías y eran parteras.
Dos chamanes atendiendo un parto; otros en trance místico de transformación en un dios-animal; y uno más en posición de ataque, con lanza y escudo, nariguera y un felino en el tocado...
Los chamanes son los hombres más respetados de sus comunas por estar certificados ante el Consejo de Ancianos y pertenecer a la Asociación de Vegetalistas Tsáchilas. Ellos imparten sus conocimientos ancestrales a los jóvenes tsáchilas
Las piedras son el instrumento más importante que tienen los vegetalistas tsáchilas.
Los centros ceremoniales tsáchilas tienen la forma de un rombo. Están construidos con pambil, paja toquilla, balsa y caña guadúa. Estos cimientos son sagrados para la nacionalidad, ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas, porque son lugares destinados para practicar la medicina ancestral.
Miguel García es un mexicano que ha viajado cinco veces a Colombia para beber yagé, un mejunje color café utilizado por los indígenas para hacer un viaje interior que promete reunirlo con parientes fallecidos, contactarlo con su inconsciente o hacerle escuchar una didáctica voz interna.
La caza de elefantes vivos desapareció en Tailandia hace más de cincuenta años, pero un grupo de 'chamanes' octogenarios aún recuerda las batidas que otrora abastecieron de paquidermos a los ejércitos del antiguo Siam.