La decisión de Cristina de Fernández de Kirchner de pedirle a su bloque de senadores que deje sin efecto el tratamiento de los pliegos de ascensos de los jefes militares, tras el escándalo derivado de las denuncias contra el jefe del Ejército, general César Milani, sólo puede interpretarse como un grotesco traspié para la Primera Mandataria y el relato oficial.