La gran diferencia entre el lado lejano lleno de cráteres de la Luna y las cuencas abiertas más bajas del hemisferio que mira a la Tierra ha desconcertado a los científicos durante décadas.
Investigadores estadounidenses identificaron en el planeta enano Ceres el rastro de más de 20 criovolcanes, estructuras que expulsan hielo y líquido a bajas temperaturas, según un estudio publicado este lunes, 17 de agosto del 2018, en la revista Nature Astronomy.
Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que el planeta enano Ceres contiene restos orgánicos alifáticos -compuestos químicos capaces de desarrollar vida- y ha determinado que no proceden de fuera del asteroide, sino que se formaron en él.
Los misteriosos brillos del planeta enano Ceres son sólo el reflejo del Sol en un material altamente reflectante de la superficie, posiblemente hielo, según revelaron las últimas imágenes tomadas por la sonda Dawn de la NASA.
La sonda estadounidense Dawn entró el viernes 6 de marzo de 2015 en la órbita de Ceres, el planeta enano más pequeño del Sistema Solar, y se convirtió así en la primera nave automática de exploración espacial que visita este cuerpo celeste, confirmó la NASA.
Ceres, el más pequeño de los planetas enanos del Sistema Solar, recibirá el próximo 6 de marzo, por primer vez en su historia, la visita de una sonda de la agencia espacial estadounidense (NASA) que investigará si el cuerpo celeste esconde bajo su superficie una capa de agua helada.