Japón decidió retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), un organismo creado hace siete décadas para garantizar la preservación de esos cetáceos y evitar su caza indiscriminada en los océanos.
La Cancillería plantea en los nuevos Convenios Bilaterales de Inversión (CBI) que las disputas entre inversionistas y el Estado se resuelvan en cortes nacionales y regionales.