Felicitaciones al señor Julio Tarre Andrade por su carta “Gracias a Dios, soy católico”, yo, igualmente, doy gracias a Dios por lo mismo, de Él nos viene la fuerza y la aceptación de todo lo que nos quiera mandar tanto bueno como malo, sabemos que Él, con su amor de Padre Bueno, no nos enviará problemas más de los que podamos humanamente soportar.
Benedicto XVI, nuestro amado papa, decidió que su naturaleza humana no podía ir mas allá de sus fuerzas, a pesar de tener toda la ayuda del Dios al que Él representa aquí en la Tierra, en un acto de humildad infinita acaba de renunciar, sobre todo, el poder, que su alta dignidad le otorgaba.
Por qué no aceptamos esta decisión en su verdadero significado sin tratar de “encontrar las cuatro patas al gato” como dice vulgarmente el dicho, sin hacer elucubraciones de crisis en la Iglesia, y denuncias maliciosas que tratan de dañar la imagen de una institución que a pesar de todos los ataques se mantendrá incólume si los verdaderos cristianos permanecemos fieles a ella.