Hace tres meses, el Gobierno advirtió a la industria nacional con tomar medidas porque los precios de los autos no bajaron luego de que en el 2007 se redujera a cero el arancel a los CKD. Hace dos años, incluso dijo que bajaría los aranceles a los autos importados para fomentar la competencia.
Pero esta semana subió los precios de los autos ensamblados en el país al aumentar los aranceles a la importación de los CKD.
Con esta medida, que empezará a regir en los próximos días, será más barato adquirir un auto ensamblado en el exterior. Las empresas que están en este negocio acaban de recibir un incentivo oficial para importar más vehículos, aunque eso complique las metas del propio Gobierno, de mantener controladas las importaciones de bienes de consumo y de capital.
Sin embargo, el Gobierno podrá frenar el ingreso de vehículos importados a través de la nueva resolución del Consejo de Comercio Exterior, que le permite entregar licencias a los importadores en función de metas oficiales.
El consumidor tendrá dos opciones: pagar más por los autos ensamblados en el país o reservar desde ya un vehículo importado, antes de que se agoten en los concesionarios.
Quienes se decidan por la primera opción harán una contribución a la revolución ciudadana, porque la diferencia de precios irá al Fisco.
El aumento de aranceles a los CKD generará ingresos adicionales a un Gobierno que ve más cerca una crisis económica internacional y necesita fondearse porque no ahorró para la crisis.