“Somos estudiantes y no terroristas”, “libertad, libertad a los nuestros por luchar”, coreaba una veintena de personas, al ritmo de un sanjuanito entonado con guitarras de madera, la flauta de Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino del Cotopaxi (MICC), y las palmas de Jaime Vargas, presidente de la Conaie.