El mal servicio que brindan las operadoras en el país es, por decir lo menos, un cuento de nunca acabar. Quejas van, quejas vienen, tanto en el cobro, a veces abusivo de estos servicios, facturando rubros y seguros sin la autorización de los usuarios, como las relacionadas con el pésimo servicio que ofrecen y, qué decir de las respuestas, muchas veces inadecuadas, con las que responden a las quejas y requerimientos solicitados por el cliente.