Las prioridades del Gobierno no han cambiado, pese a que el terremoto del 16 de abril conmovió a un país entero, demostrando que la solidaridad sí es capaz de mover montañas y ponernos a soñar en una sociedad diferente.
Durante algunos días, el Gobierno tendrá un país políticamente calmado. El terremoto del sábado causó un cataclismo anímico, una sensación de que nada puede ser más importante que ayudar a las miles de personas que solo tienen nuestra solidaridad para reconstruir sus vidas sobre los escombros.
Sorprende, y mucho, que estando casi una década en el poder, el Gobierno haya mermado su capacidad para entender a la sociedad ecuatoriana. Es posible que luego de tantos años de fuerza política y voluntarismo, el Régimen perdiera cierta proporción de la realidad.
La reunión que mantuvieron el miércoles pasado los representantes de las agrupaciones del centro y de la izquierda demostró, al menos en el plano formal, que hay un interés por avanzar en un acuerdo electoral para el 2017.
Con cierta habilidad, el Gobierno pudo desviar el debate sobre lo que era verdaderamente importante en la reciente reforma laboral, aprobada por la Asamblea. Buena parte del país se puso a hablar de si la opción de extender hasta un año las licencias de maternidad y paternidad era o no conveniente, en lugar de reflexionar, con toda la profundidad del caso, sobre las consecuencias negativas que tendrá para los afiliados al IESS, perder a futuro un tercio de sus fondos de cesantía.
Pamela Aguirre y Stephanie Baldeón, en lugar de dedicar tanto esfuerzo en resucitar la cuarta candidatura del presidente Rafael Correa, podrían trabajar en una causa más fecunda: luchar por que Alianza País tenga mejores mecanismos de democracia interna.
No es la primera vez que unas declaraciones del Presidente levantan tanto alboroto en el conjunto de la opinión pública. Basta recordar las que marcaron el ritmo de la insubordinación, las investigaciones, las detenciones, los juicios y los perdones alrededor del 30-S; o aquella con la cual el país debía sentirse orgulloso porque antes no había tomógrafos y ahora sí. También está la más reciente, sobre las bondades de la tarjeta de crédito en épocas de desempleo...
De repente, el ex Vicepresidente de la República se convirtió en la piedra angular del próximo proceso electoral. No hay escenario político que se construya sin que Lenín Moreno aparezca como un actor imprescindible.
Muchos se preguntarán por qué en los últimos 13 días el presidente Rafael Correa desató un enfrentamiento político con los militares, a propósito de los 66 terrenos del Issfa que adquirió el Ministerio del Ambiente en el 2010.
Todo indica que el reciente dictamen del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias servirá de muy poco para aliviar el agobiante encierro del ‘hacker’ australiano, Julián Assange. La determinación de las autoridades británicas, de detenerlo apenas saque un pie de la Embajada ecuatoriana en Londres, lo pone ante una sola alternativa: rendirse.
Los distintos grupos de oposición no deben frustrarse por cómo terminó la cita de Pachakutik, la semana anterior, donde las diferencias al interior de esa agrupación malograron la primera reunión para hablar de una unidad política.Conforme pasen los meses, las fuerzas y sus líderes tomarán posiciones y se sabrá a quiénes realmente les entusiasma una plataforma convergente. Es necesario un poco más de tiempo.
En recientes fotografías públicas, el general Paco Moncayo viste de nuevo los colores de la Izquierda Democrática. Él quiere que este partido político renazca.
Dos casos de la semana pasada resultan oportunos a la hora de reflexionar sobre la verdadera razón de ser de la Superintendencia de Comunicación (Supercom) y el Consejo de Regulación (Cordicom).
El reciente pedido del presidente Rafael Correa, de no dejarse ganar la guerra psicológica a propósito de unas encuestas ‘chimbas’, puede ser una pista interesante para entender las angustias del movimiento Alianza País.
La decisión de la Corte Constitucional de sacramentar, en tiempo récord y sin una demanda de por medio, el paquete de enmiendas que aprobó la Asamblea Nacional refleja la preocupación del Gobierno por no acusar un mayor desgaste político cuando el verdadero miedo (el suyo y el del resto de ecuatorianos) es la economía.Con el parecer de los jueces constitucionales se crea jurisprudencia y en adelante, cualquier reclamo de sectores políticos o ciudadanos tendrá el consabido dictamen. No deja de llamar la atención que el tópico fuerte de la próxima campaña, es decir la crisis económica, se delegue a otros soldados de la revolución. Muchos dirán que el oficialismo debe cuidar su mayor tesoro (la palabra del Presidente) para poder sobrevivir en el tiempo. Sin embargo, también es pertinente sostener que Alianza País de quien realmente debe cuidarse es del Jefe de Estado. Quienes tienen a la mano diversas encuestas y las han estudiado podrán avalar esta hipótesis, puesto que la caída en la po
Si hay una funcionaria a la que la nueva mayoría opositora de la Asamblea venezolana debe exigirle cuentas es la presidenta del Consejo Nacional Electoral de ese país: Tibisay Lucena.
No hay día en que los políticos, empresarios, periodistas o gente con algún peso en la opinión pública dejen de preguntarse si el presidente Rafael Correa se postulará o no el 2017.
Esa farragosa corrección política del ‘todos y todas’, que tanto daño hace al idioma, no será la única herencia discursiva de la revolución ciudadana.
Si hay un grupo político en el país al que debe interesarle sobremanera lo que ocurrió el último domingo en Colombia y Argentina, en materia electoral, ese es el correísmo. Las lecciones que dejaron ambas jornadas debieran ser analizadas con cautela por quienes buscan en el Ecuador permanecer en el poder más allá de lo que disponen las instituciones y leyes vigentes.
De pronto, la crisis económica se convirtió en una oportunidad política para el correísmo. El Gobierno ha entrado por el momento en una etapa de serenidad, bajando su tono de confrontación. Mientras que el proyecto de las alianzas público-privadas se ha vendido como la receta idónea para atraer inversión y capitales.