Durante varios años hemos sido testigos de todos los inconvenientes en nuestro hermoso valle, como el sistema vial, la planificación urbana, la asistencia social, la seguridad, entre otros. Hasta la presente no hay propuestas integrales. Con las nuevas carreteras pasaremos a ser, simplemente, un lugar de paso hacia el aeropuerto.
Pero nosotros somos más que eso. Aquí viven muchas familias, aquí se educan nuestros hijos, desarrollamos el trabajo y aportamos al bien común; somos una comunidad viva. Por eso es hora de exigir el que podamos elegir con libertad y responsabilidad a quienes, nos representen en la organización civil y política del espacio que compartimos. Es momento de tomar las riendas de nuestro propio futuro.
Es lamentable ver letreros en esta zona que hablan del Quito que queremos, esto ya no es Quito y por otro lado, la Alcaldía no avanza ni siquiera con los problemas que tiene por allá. Esta realidad tiene que ser reconocida al igual que el valle de Los Chillos que pertenece a otro cantón.