Los enjambres de moscas pasan como ráfagas por la Avenida 109, la del Mercado Municipal de Tarqui, pero no hacen mella en Miguel Antonio Laíne, de 75 años, con un par de gafas industriales en las manos y una mascarilla de papel en la boca. El jubilado, exelectricista de la fábrica Ales y de la planta de agua potable, no quita la vista de Fernando Pincay, el maquinista de la excavadora Cat 320-D que cumple la misión más aguardada en Manta: remover lo que queda del otrora Centro Comercial Navarrete de la parroquia Tarqui.