Arabia Saudí descalificó a 43 camellos de un importante festival de belleza al encontrar "manipulaciones", como inyecciones de bótox.
Un público entregado espera desde el amanecer el evento del año alrededor de un amplio coso de arena: la lucha de camellos, una tradición centenaria que se mantiene viva en la región occidental de Anatolia, incluso un siglo después de la desaparición del Imperio otomano.
Hombres armados a bordo de helicópteros sacrificaron a más de 5 000 camellos en una operación de cinco días para evitar que los animales, sedientos por la ola de incendios en Australia, llegaran a las comunidades aborígenes.
Francotiradores matarán desde helicópteros a 10 000 camellos salvajes que se acercaron a pueblos en el interior de Australia en busca de agua por la sequía, poniendo en riesgo a sus habitantes.
Como cada viernes, en el mercado de camellos de Birqash, a 50 kilómetros al noroeste de El Cairo, los comerciantes pujan por las cabezas de ganado como vienen haciendo desde hace décadas, a pesar de las recientes denuncias de maltrato por parte de organizaciones de derechos de los animales.
Miles de personas gritan mientras una caravana de camellos decorados con detalles multicolores se aproxima a un terreno para pelear, un deporte que está oficialmente prohibido en Pakistán pero aún es sumamente popular.
En medio del desierto, bajo un sol abrasador, Husein Al Jalifa, un responsable del patrimonio en Arabia Saudita, señala con el dedo las siluetas de camellos esculpidas en la roca, un hallazgo rodeado de misterio.
No es la primera vez que ocurre un escándalo en un concurso de belleza. Pero no hay antecedentes de algo semejante en un concurso de belleza de camellos.
La primera camella clonada en el mundo, llamada Inyaz, que acaba de cumplir seis años, dará a luz a su primera cría en el último trimestre de este año en el emirato de Dubái.
Un equipo de investigadores ha descubierto en el Ártico canadiense los restos fósiles de un camello que vivió en la región hace unos tres millones de años, cuando el planeta atravesaba por una fase de calentamiento. La doctora Natalia Rybczynski, del Museo de la Naturaleza de Canadá que ha dirigido la investigación, dijo hoy a través de un comunicado que "este es un importante descubrimiento porque proporciona la primera evidencia de que camellos vivieron en la región ártica". El descubrimiento de 30 fragmentos fósiles de una tibia de camello de la era del Plioceno medio en la isla Ellesmere, situada en el océano Ártico, fue publicado hoy en la revista online Nature Communications. Los huesos de camellos fueron encontrados en una ladera situada cerca del fiordo Strathcona de la isla Ellesmere donde en el pasado se han localizado fósiles de hojas, madera y otras plantas. En otro depósito de fósiles cercano, los investigadores han hallado en el pasado restos de otros mamíferos del mismo
Un equipo de investigadores ha descubierto en el Ártico canadiense los restos fósiles de un camello que vivió en la región hace unos tres millones de años, cuando el planeta atravesaba por una fase de calentamiento.