Cerca de 1,8 millones de niñas, niños y adolescentes vuelven a juntarse en las aulas de clase con el inicio del nuevo año escolar en el régimen Sierra-Amazonía. En la interacción de los estudiantes, el bullying se puede combatir a través de la empatía.
Con el inicio del nuevo año, padres de familia utilizan sus redes sociales para difundir un mensaje con el que esperan proteger a sus hijos. “Te quiero pedir un favor, siéntate con tus hijos e hijas 5 minutos y explícales que no es motivo de burla ser muy alto, bajito, gordito, flaquito, negrito o blanquito“, dice el mensaje que circula en los muros de madres y padres.
Además se pide decir a los chicos “que no tiene nada de malo llevar los mismos zapatos todos los días. Explícale que una mochila usada o rota carga los mismos sueños que una de carrito o de algún personaje. Enséñale, por favor, que no excluya a nadie por ser diferente o no tener las mismas posibilidades que ellos tienen. Explícale que las burlas duelen y que a la escuela se va a aprender, no a competir, no a criticar, no a humillar. Explícales que ellos y sus compañeros valen lo mismo”.
Especialistas consultadas este viernes 2 de septiembre de 2022 por EL COMERCIO coinciden en que el éxito de estos mensajes está en enseñarlos en casa. De esa manera, sostienen, serán puestos en práctica en las instituciones educativas.
Un rasgo de personalidad
La empatía es un rasgo de personalidad, señala la psicóloga de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Marie-France Merlín. Además, dice, esto es algo que se va desarrollando. Por ello, para evitar problemas entre los chicos, en el contexto de las clases, la especialista señala que es necesaria esa dualidad entre un aspecto con el que se nace y lo que se enseña.
“En nuestra vida moderna hay mucho énfasis en sistemas de valores externos”, dice. Por ejemplo, menciona que es común que una persona valga más por los objetos que tiene o por cómo se viste. Es decir, por su imagen y no tanto por sus valores internos. “A veces hay mucho énfasis en cuidar la imagen de nuestros hijos y no cultivar estos valores internos“.
Verbalizar mensajes como el que circula en redes, en la casa, puede ser importante, dice Merlín. “Hay que sacarles a los niños de la burbuja en la que viven a veces y mostrarles que hay otras realidades. Así tratamos de de frenar el bullying hacia personas diferentes”.
La psicóloga además señala que es fundamental ser modelos. Se refiere a que los niños vean la empatía en sus padres, no solo hacia familiares o personas cercanas, sino hacia cualquier persona. Por ejemplo, si un padre ve que su hijo se cae y llora, Merlín señala que no debe decirle “levántate”, “no llores”. Lo adecuado sería que se siente con él y le diga que entiende que te duele y le pregunte cómo se sientes. “Así le está enseñando las conductas necesarias para portarse empático en situaciones similares”.
Identificar emociones
Para el desarrollo de la empatía es clave que se ayude a los niños a identificar sus emociones, señala la psicóloga infantil Camila Pozo. De esa manera, señala, ellos podrán reconocer cuando se sienten tristes, molestos, etc. Y también podrán identificar las emociones que causan ciertos actos en las personas que les rodean.
Con esto, Pozo explica que además se podrá inculcar en los niños el hábito de la solidaridad, gracias a la empatía. “A los niños hay que decirles que si ven que un compañerito está triste pueden ayudarle a que se sienta mejor. De esa manera se evita que los niños hagan o reciban bullying“.
Se puede poner en práctica desde casa, señala. Por ejemplo, contándoles si algo sucede con sus hermanos, cuando estén tristes o molestos. “Podemos conversar con ellos sobre lo que se puede hacer para que su hermanito se sienta mejor y que el niño pueda dar una respuesta. Es decir, que busque una solución para resolver ese problema y así empatice con el hermano”.