Un mapa y una brújula es lo que se necesita para ir en busca del ‘tesoro’ escondido en diferentes escenarios naturales del país. Esa joya puede ser un río, una quebrada o el árbol más frondoso de un perímetro, previamente delimitado.
Los asentamientos vikingos se expandieron, durante buena parte de la Edad Media, por buena parte de la zona norte de Europa. Llegaron incluso a zonas de Sicilia y de África del Norte, pasando por buena parte de las islas que conforman hoy el Reino Unido, así como por una enorme parte de la región escandinava. En Europa Oriental, incursionaron en la zona del Mar Negro y, en Francia, se asentaron en Normandía. Más hacia el norte, colonizaron Islandia y Groenlandia e incluso llegaron a Vinland, unas islas de América del Norte en lo que hoy se considera territorio canadiense.