Una señora de mediana edad espera bajo la sombra de un almendro, afuera de un colegio fiscal del centro de Guayaquil. Aguarda impaciente que la sirena marque el final de la jornada matutina de clases.
Sobre la vereda de la calle Rocafuerte, en el barrio Loma Grande, en el Centro, permanece María Aguas. Ella sostiene la mano de su hijo Carlos, estudiante de cuarto de básica de la Escuela Santo Domingo, ubicada en ese sector.
La punta de sus zapatos sobresale del bordillo de 15 cm de ancho que divide al Corredor Sur Occidental de los carriles de la av. Maldonado.
El Ministerio de Educación, mediante una circular firmada por la subsecretaria Alba Toledo dispuso la suspensión de las brigadas escolares de seguridad en los planteles educativos del Distrito.