Fortuna, situado en el oeste de Panamá, es el bosque más nublado de Centroamérica y almacena tres veces más carbono de lo pensado.
La observación del oso andino se potencia en diferentes zonas de Ecuador durante septiembre del 2020. Desde puntos específicos del bosque nublado del noroccidente de Quito o desde miradores diseñados para esta actividad se puede apreciar el comportamiento de estos animales en su hábitat natural. Pero es necesario seguir ciertas reglas para no afectar a los especímenes.
El bosque nublado surgió como la última frontera conquistada por la cultura manteña (desde el año 500 al 1534 D.C) en la Costa ecuatoriana, según se desprende de los resultados de las excavaciones arqueológicas en el bosque nublado El Pital. El lugar está ubicado a 10 kilómetros del cantón Puerto López, en el sur de Manabí.
El Chocó Andino no solo se destaca por ser una de las regiones más biodiversas del mundo y por la historia que existe detrás de la cultura preincaica de los yumbos. Su suelo es apto para emprendimientos agrícolas, por lo que se han enfocado en el café de especialidad y en el cacao fino de aroma. Y ahora el turismo aprovecha también estos cultivos de altura.
La mejor forma de valorar a la cultura Yumbo es recorriendo sus ancestrales culuncos, caminos preincaicos que se niegan a morir en el noroccidente de Pichincha. Estos senderos son un testigo patrimonial de una organización comercial que se desarrolló entre los 800 años d.C. hasta la conquista española.
Un mundo por descubrir. Esta es la mejor definición para referirse al Chocó Andino en latitud 0°, una zona ubicada a 45 minutos de Quito que es fuente de agua potable, producción agroecológica. Además, entre sus potencialidades está la generación eléctrica limpia.
El oso andino, una de las ocho especies de úrsidos que existen en el planeta y amenazado por la expansión de las grandes ciudades, es un ícono turístico en tres lugares del país, en donde se lo puede admirar con relativa facilidad y por temporadas. Estos sitios son Pimampiro, en Imbabura; el noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito, y el Parque Nacional Podocarpus, en la provincia de Loja.
La fusión entre lujo y naturaleza endémica en medio de una de las regiones más biodiversas del mundo, como el bosque nublado del Chocó, hacen de Mashpi Lodge un lugar paradisíaco.
En la reserva de El Pachijal, ubicada dentro del bosque nublado del Distrito Metropolitano de Quito, se puede vivir una experiencia selvática a escasos 75 km de la capital.