La baguete, el bistró parisiense y los libreros del Sena tienen dos cosas en común: son elementos característicos de Francia y afrontan una crisis estructural que quieren enjugar inscribiéndose en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Unesco.
El Centro Histórico de Quito y el Panecillo se pueden apreciar desde la terraza del hotel Carlota, donde funciona el lounge del establecimiento. Un espacio abierto pero cálido –aún en las noches de frío quiteñas- que permite vislumbrar la ciudad. El hotel cuenta con cuatro espacios dedicados a la gastronomía. Un piso más abajo del lounge se encuentra un área para maridajes y en la planta baja están el bistro y la tienda gourmet. Cada uno con productos especialmente pensados para huéspedes, visitantes y citadinos.