La Berlinale avanza entre estrenos, aplausos y polémicas

El director y el elenco de 'Nymphomaniac' durante la atribulada conferencia de prensa. EFE

El director y el elenco de 'Nymphomaniac' durante la atribulada conferencia de prensa. EFE

Lo ha vuelto a hacer. Enfundado en una camiseta negra con el logo del Festival de Cannes y las palabras 'persona non grata', Lars von Trier se presentó en el 'photocall' de la Berlinale, donde presentaba su versión íntegra de 'Nymphomaniac I'. Eso sí, en cuanto acabaron los flashes, desapareció.

Desde que se anunció que su controvertido filme sobre la vida de una ninfómana se estrenaría mundialmente sin cortes (la versión reducida llegó a los cines el 25 de diciembre) había mucha expectación por volver a ver al cineasta. Y es que tras su expulsión del Festival de Cannes, en 2011, apenas había aparecido en público.

El danés se "vengó" ahora del certamen galo, que le sacó la tarjeta roja por el revuelo generado en la rueda de prensa de 'Melancholia' -al ser preguntado por sus orígenes alemanes, Von Trier respondió: "Soy un nazi". Pero quizá precisamente por tratarse de Berlín, evitó someterse a la prensa.

Shia LaBeouf, que en el filme da vida al primer amante de esta adicta al sexo, se levantó en cuanto un periodista le ­preguntó por sus escenas de cama. Horas después, en la alfombra roja, el actor apareció con una bolsa de papel cubriendo su rostro. Sobre la bolsa se leía la leyenda 'I'm not famous anymore'.

En la versión estrenada en Berlín hay media hora más de piel contra piel, coito tras coito y orgasmos reales y fingidos en una propuesta que ahonda en la sexualidad femenina.

La musa del filme, Charlotte Gainsbourgh contó en entrevista cómo fue el rodaje. Dijo que haría todo lo que Lars von Trier le pidiera. Respecto del rodaje de las escenas de sexo, Gainsbourgh confesó que se sintió intimidada. "Toda la parte masoquista del filme me resultaba vergonzosa y fue un poco humillante, pero ahora, cuando pienso en ello, me lo pasé bien. Era tan extremo que sólo podías pasarlo bien. Fue muy dramático, pero nos reímos. Ponerme una prótesis vaginal a las ocho de la mañana era un poco patético, pero también algo divertido de recordar".

La actriz reveló que "en los momentos en que se ven penetraciones, no somos nosotros. Y cuando se ve una vagina, no es la mía". Y habló de la polémica en torno a si es un filme porno: "No trata de eso. Divierte hablar sobre sexo pero la ­película no es eso. A quienes les guste el porno se van a sentir decepcionados.

Por su parte, la película ecuatoriana 'Feriado', del director Diego Araujo, que explora la problemática de la homosexualidad en el país en medio de la crisis bancaria de 1999, conocida como "feriado bancario", se estrenó también el domingo en el Festival.

La cinta, que participa en la Berlinale dentro de la sección Generation, dedicada a películas sobre la juventud y la ­infancia, narra la historia de Juan Pablo, interpretado por el actor Juan Manuel Arregui.

La amistad entre dos adolescentes de dos mundos distintos fue la idea original que el director tuvo para guión, pero a medida que lo escribía, "la tensión romántico-erótica se fue haciendo palpable", de modo que decidió ahondar en esta relación sentimental.

"La homosexualidad es aún un tema tabú en Ecuador. Justo ahora se está debatiendo el tema del matrimonio igualitario, y me gustaría que con este filme se abriese al diálogo de esta cuestión", manifestó Araujo.

"Esta película es la culminación de un sueño que tenemos desde hace mucho tiempo y que se materializa hoy con este pase en el Festival de Cine de Berlín", declaró el director.

Aunque hasta ahora no ha habido ninguna ovación unánime, entre la crítica suenan dos títulos: la británica '71', en la que Yann Demange aborda con maestría el conflicto en Irlanda del Norte, y la alemana 'Kreuzweg' (Dietrich Brüggemann), sobre el calvario de una adolescente criada en una familia de fanáticos religiosos. Además, también tuvso buena acogida la nostálgica tragicomedia de Wes Anderson, 'El Gran Hotel Budapest'.

En contexto. Latinoamérica es, junto con Asia, la potencia regional de esta Berlinale. En la sección oficial, el argentino Benjamín Naishtat dividió a la crítica con 'Historia del miedo', mientras que en Panorama fue muy celebrada la road movie 'Güeros', del mexicano Alonso Ruizpalacios.

Suplementos digitales