La Subsecretaría de Educación de Quito respondió ante la presunta agresión sufrida por un niño de 5 años, que tiene epilepsia y autismo. La Junta de Resolución de Conflictos del Distrito Educativo de Quitumbe decidió separar a la profesora, que supuestamente pinchaba con una aguja en diferentes partes del cuerpo al pequeño; también a la directora del plantel particular, ubicado en el sur.
Pinchazos en la espalda, en los brazos y en las piernas y hasta en los glúteos descubrió la mamá de Mateo (nombre protegido). Su hijo de 5 años le contó, hace una semana, el martes 7 de mayo de este 2019, que una maestra lo maltrataba de ese modo, “cuando no hago los deberes de mi profe”.
¿Que no pueden entablar relaciones sociales? No, ellos tienen amigos y aman estar con ellos. ¿Que si su dificultad es el lenguaje, difícilmente aprenderán otro idioma? Pues no, sí pueden hablar inglés si es lo que se proponen. ¿Que, si cierto sonido les perturba, no pueden relacionarse con la música? No, ellos tocan instrumentos si así lo desean.
Cuando Germán tenía 3 años y medio jugaba en una esquina de su casa, solo. No hablaba y tampoco miraba a su madre Paola Contreras, de 45. Ella pensó que el menor de sus dos hijos sufría de problemas de audición, pero luego del diagnóstico supo que tenía trastorno del espectro autista (TEA).
Un amplio estudio realizado con más de 650 000 niños daneses seguidos durante más de una década ha llegado a la misma conclusión que varias investigaciones previas: la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) no aumenta el riesgo de autismo.
Cuando Alfonso Cuarón ganó el Oscar como Mejor director el pasado domingo 24 de febrero del 2019, agradeció no solo a su equipo cinematográfico, sino también a México, a sus raíces, a su familia y especialmente a uno de sus hijos: Olmo. El público -conformado por colegas y leyendas de Hollywood- lo despidió con ovaciones. Olmo desarrolló un talento innato para la producción audiovisual y lo muestra en una serie de videos que postea constantemente en su cuenta de Instagram.
Un niño argentino que sufre autismo se liberó de los brazos de su madre para jugar con el papa Francisco durante la audiencia general del miércoles 28 de noviembre de 2018 en el Vaticano para deleite del pontífice y de los presentes.
A Sophie Jackson le diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista (TEA) a los tres años. Su lucha constante contra el déficit de atención, efecto de la patología que enfrenta todos los días, la levanta todas las mañanas para enorgullecer a sus padres. Sin embargo, la pequeña australiana, de nueve años, soltó en llanto cuando obtuvo insuficientes en su registro de notas, por segundo año consecutivo.
El respeto a la neurodiversidad, o a las diferentes formas de aprendizaje, fue el tema principal de una caminata y una feria que se realizó la mañana de este domingo 29 de abril del 2018 en el bulevar de las Naciones Unidas. El objetivo de estas actividades es visibilizar trastornos como el autismo.
Un macroestudio genético realizado con más de 2 500 familias afectadas por el autismo, ha permitido determinar que la fracción más desconocida del genoma humano está implicada en el origen de este trastorno y que las alteraciones que se producen en ella se heredan, principalmente por vía paterna, publica Science.
Quienes tienen el Trastorno de Espectro Autista (TEA) no sólo deben lidiar con la cotidianeidad de una manera diferente, sino que además se deben enfrentar día a día con la mirada a veces incomprensible del otro.
El color azul se transformó en un símbolo del autismo. Azul como el mar, muchas veces calmo, pero en ocasiones turbulento, como ocurre con quienes presentan esta condición. El mundo entero se tiñe este 2 de abril del 2018 de ese color para hacer un llamado global a favor de la inclusión, la tolerancia y el respeto de las personas con autismo, denominado históricamente Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) y actualmente del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El autismo, la esquizofrenia y el desorden bipolar comparten las mismas características físicas a nivel molecular, específicamente ciertos patrones de expresión genética en el cerebro, declaró un estudio dado a conocer este 8 de febrero del 2018 en Los Ángeles (EE.UU.).
Un estudio publicado este 19 de julio del 2017 estableció un vínculo entre la toma de antidepresivos durante el embarazo y un mayor riesgo de autismo en el bebé, aunque los expertos aseguraron que dicha relación no es “alarmante”, porque la probabilidad es baja y otros factores podrían influir en la aparición del trastorno.
El trasplante de células madre se ha convertido en un tratamiento eficaz para tratar más de 80 enfermedades, entre ellas la diabetes tipo 1, leucemia, anemia, e incluso puede ayudar a personas con autismo, según varios estudios.
Un escáner cerebral realizado en bebés desde los seis meses de edad puede predecir diagnósticos posteriores del Trastorno del Espectro Autista (ASD), un problema que afecta a 1 de cada 68 niños, según una investigación publicada este 7 de junio del 2017 en Estados Unidos.
El consumo de antidepresivos durante el primer trimestre del embarazo no aumenta el riesgo de tener un hijo que sufra de autismo, hiperactividad o trastornos de déficit de atención (TDA), contrariamente a lo que sugerían estudios anteriores, según una amplia investigación publicada el martes 18 de abril de 2017.
En las aulas, los chicos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden pasar como niños malcriados. ¿Por qué? Tienen bajos niveles de regulación de conducta, pueden ignorar por completo a quien los llama y sobre reaccionar ante ruidos como el que hace una aspiradora, presentan problemas para iniciar o responder a interacciones sociales.
Julia tiene la piel amarilla, los ojos vedes, el cabello naranja y viste de rosado, lleva siempre consigo un conejo de peluche. A primera vista podría parecer un personaje de ‘Plaza Sésamo’ como cualquier otro, pero este títere tiene una particularidad, padece autismo. Este nuevo títere se unirá al elenco de la serie de televisión el próximo 10 de abril de 2017.
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica del Hospital Sant Pau, de Barcelona, y de la Universidad de Edimburgo han caracterizado el proteoma sináptico, las conexiones neuronales, del pez cebra, clave para estudiar y tratar enfermedades del neurodesarrollo y trastornos psiquiátricos.