En los videos, el espacio parece más grande. Es un ático de solo tres metros de ancho por unos seis o siete de fondo, en el que entran desde un baladista con su guitarra hasta una banda de reggae de ocho integrantes, con el saxofonista y el coro tocando desde la escalera, los videógrafos en una esquina en el suelo y los ingenieros de sonido en medio de todo.