A simple vista, Kaio parece una mascota como cualquier otra. Es un labrador chocolate que acaba de cumplir un año de edad. Como se espera de los individuos de esta raza, es juguetón, sociable y alegre. Pero Kaio no es un perro cualquiera. Su propósito de vida es ayudar a las personas.
Tras el éxito de las terapias de asistencia animal en diferentes colectivos con discapacidades y en situación de riesgo de otros países, la fundación Bocalán volteó su mirada al Ecuador para ampliar su espectro de ayuda.