Si la Corte Constitucional decide, como pide Alianza País, que la Asamblea trate el proyecto de enmiendas, ¿la figura de la reelección indefinida pasará inadvertida en la sociedad ecuatoriana? No, este tema se ha constituido en un hito de resistencia para la oposición. Un régimen que se caracterizó por plantear la democracia directa, pero cuando tiene que definir temas centrales como la duración de los mandatos, simplemente evade la expresión popular, el límite de hartazgo llega al tope. Hace un año se decía lo mismo sobre el fin de la Iniciativa Yasuní-ITT, por lo simbólico del proyecto. Pero el tema se diluyó sin mayores sobresaltos, pese al fracaso de una consulta popular. ¿Por qué no podría suceder lo mismo? Puede ocurrir. Pero en esto también corre una suerte de apuesta: ¿hasta dónde la opinión pública se reprime, y cuándo se expande? En cierta forma, la consulta del 2011 y las elecciones del 23 de febrero fueron una expresión de la espontaneidad popular. Alianza País corre ho
El presidente Rafael Correa parece que reactualiza a sus contendores y se sube al ‘ring’. Responde golpe a golpe con un lenguaje virulento, usual en la política tradicional ecuatoriana, pero que se reedita en plena ‘revolución ciudadana’.