En la cultura las expresiones de un pueblo son aceptadas aun si no son afines a algunos. La ventura de la discrepancia lleva a la formulación de soluciones, cuando existen opiniones siempre habrá alguien que discrepe a tus pareceres, he llegado a la conclusión que dada la realidad vigente es mejor no contradecir en lo personal las opiniones vertidas desde el estamento estatal, si bien es cierto no puedes compartir la filosofía política de alguien en lo personal me abstengo de emitir a futuro cualquier punto de vista contrario a la versión inefable de la realidad actual, sin antes expresar mi rechazo a la posición cuasi divina del Gobierno, proclamados por decisión propia como los redentores del país dejo a la historia que juzgue sus obras. Evitar despertar polémicas cuando cualquier opinión es menospreciada y combatida a diario dicta la prudencia y el instinto de conservación, si bien reconozco la valiente actitud de discrepancia de medios independientes, en lo personal evitar conflictos personales, persecución o aislamiento es lo más prudente añadiendo si alguna carta escrita y publicada con anterioridad de mis pensamientos y opiniones fue motivo de rechazo, les reitero todas mis opiniones anteriores y como no tengo un ejército de seguidores que me defiendan por lo publicado mil disculpas por ofender las sagradas palabras oficiales, sigan con sus divinas obras y disculpen el atrevimiento de pensar diferente…