La reestructuración de las comisiones y el Consejo de la Administración Legislativa (CAL) está por concretarse en la Asamblea.
Alianza País (AP) tiene una deuda pendiente con los ecuatorianos: la depuración de sus filas. Conforme avanzan las investigaciones sobre posibles casos de corrupción, más nombres de militantes quedan expuestos.
Hasta ayer por la tarde todo apuntaba a que la agenda legislativa no variaría esta semana, pese a la presentación, por parte del Fiscal, de un audio donde se recoge una conversación entre el presidente de la Asamblea, José Serrano; y el excontralor Carlos Pólit.
Alianza País (AP) se acostumbró a legislar sin mayores contratiempos desde que llegó al poder. Gracias a su aplastante mayoría, no tuvo que lidiar con escenarios en los que, por ejemplo, hubiera estado en riesgo el número de votos necesario para aprobar una ley.
La tregua terminó. Los partidos y movimientos políticos críticos al Gobierno ya no tienen la camisa de fuerza que representó la campaña por el sí en la consulta popular y que los obligó a caminar junto al Régimen.
El Ejecutivo envió a la Asamblea la terna para reemplazar a Jorge Glas en la Vicepresidencia. Lenín Moreno ubicó a María Alejandra Vicuña como primera en la lista y así, implícitamente, le dio un mayor respaldo que a María Fernanda Espinosa y Rosana Alvarado.
La Asamblea Nacional cierra el 2017 con un balance en rojo, tanto en materia de fiscalización como en la legislativa. Hay alrededor de 200 proyectos de ley y de reformas que reposan en el Sistema de Formación de la Ley, a la espera de ser tratados.
Un audio -que fue filtrado a través de redes sociales- abrió el debate sobre el alcance real de los diálogos nacionales que impulsa el Gobierno. ¿Representan solamente una estrategia para que el Régimen gane tiempo y merme la polarización política? ¿Los acuerdos a los que se llegan en las diferentes mesas de conversación serán implementados o se darán largas burocráticas?
El descalabro de Alianza País (AP) responde, en buena medida, a la forma como se ha concebido la política en el Ecuador y en la región.
Cuando el país enfrentaba la mayor polarización política, la iniciativa del diálogo nacional copó la agenda pública, en el arranque de la administración de Lenín Moreno.
Un nuevo escenario político emerge. El frente de Alianza País (AP) crítico al Gobierno pasó a una oposición más activa lo que ha marcado la pauta de ese cambio.
La situación política y jurídica del vicepresidente Jorge Glas -con prisión preventiva por el caso Odebcrecht- ha puesto en una encrucijada al bloque oficialista, en la Asamblea.
El anuncio de una consulta popular impulsada por el Gobierno resucitó la posibilidad de eliminar la figura de la reelección indefinida. Esta fue incluida en un paquete de enmiendas constitucionales, en diciembre del 2015.
La consulta popular fue concebida como un recurso para fortalecer la democracia directa. A través de ésta, la ciudadanía puede manifestarse y decidir sobre temas fundamentales.
El grupo de Alianza País que está más cerca del expresidente Rafael Correa y del vicepresidente, Jorge Glas, ha intentado posicionar la idea de que la crisis que enfrenta el oficialismo en la actualidad es ética.
Lo sucedido en la Asamblea Nacional, alrededor del pedido de juicio al Vicepresidente del Ecuador, devela en buena medida el papel que está cumpliendo la oposición en la actual coyuntura política.
Un candidato llega a la Presidencia con el respaldo de una mayoría de votantes. Sin embargo, desde que es posesionado asume un compromiso con todos los ecuatorianos. Da igual si votaron por él o por otro candidato.
La expectativa que existía en los partidos de oposición al Gobierno, sobre mantener la unidad luego de las elecciones presidenciales, se diluye con el denominado Diálogo Nacional que impulsa el oficialismo. El Gobierno ha logrado -hábilmente- atraer a los principales líderes de esos movimientos y partidos, a través de propuestas puntuales y de beneficio mutuo. El presidente Lenín Moreno se dio un apretón de manos con el líder del Partido Social Cristiano (PSC), Jaime Nebot, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas (Suma), y la primera autoridad de Cuenca, Marcelo Cabrera (Movimiento Igualdad). Además, se ha logrado un acercamiento con el movimiento indígena, a través del primer indulto a un líder sentenciado que participó en las protestas contra el Gobierno pasado. Y, a través de siete mesas de diálogo, se espera resultados similares con otros sectores que pudieran representar un problema para la gobernabilidad. Así, el Régimen actual aplaca un incendio antes de que se propague y se convier
Lenín Moreno debe generar las condiciones necesarias para gobernar sin mayores inconvenientes ahora que ha sido posesionado oficialmente como Presidente. Su política tendrá que ir más allá de tender puentes con actores de la oposición como partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales, indígenas, ecologistas...
Cuando el movimiento oficialista Alianza País (AP) ganó por primera vez la Presidencia, hace poco más de 10 años, el país estaba resquebrajado. Tres presidentes habían sido derrocados entre 1996 y 2005. Los partidos tradicionales pasaban por su peor momento y la institucionalidad estaba trastocada.