El año que termina será de recesión y su magnitud bordeará el 2%. La mayoría de proyecciones apunta a una caída entre -1,7% y -2,4%.
Los movimientos del Gobierno para conseguir liquidez en las últimas dos semanas resumen lo que ha ocurrido a lo largo del presente año.
El ecuatoriano no solamente paga más impuestos sino que destina más tiempo, en comparación con otros países de la región, para cumplir sus obligaciones tributarias. Así lo reveló el estudio ‘Paying Taxes 2017’, presentado esta semana por el Banco Mundial y PwC.
El día que Ecuador firmó el acuerdo comercial con la Unión Europea, el presidente Rafael Correa mostró su oposición al libre comercio.
La Cámara de Industrias y Producción (CIP) presentó el estudio ‘La carga tributaria en el Ecuador’. Allí se menciona que las 25 reformas que se han aprobado entre el 2006 y el 2015 (y aún faltarían otras, si se cumple el anuncio del Ejecutivo de enviar el proyecto de Ley de Plusvalía antes de que termine este Gobierno), provocaron que la carga tributaria se incremente en siete puntos en ese período.
El largo feriado que se avecina incentivará el turismo en el país, pero también estimulará las compras en los países vecinos, como ha venido ocurriendo todos los feriados de los últimos años. El desfile de autos por el puente Rumichaca muestra que pese a la crisis económica del país sí existe suficiente liquidez para consumir, a precios razonables.
Cuando las empresas tienen que tomar una decisión a la hora de ajustar sus costos operativos, por el lado del recurso humano, casi siempre se inclinará por los que menos tiempo tienen en las compañías. Consecuentemente, los jóvenes pueden ser los ‘más idóneos’ dentro de ese grupo de elegidos.
Con el informe de crecimiento económico publicado la semana pasada por la Cepal, prácticamente todos los organismos internacionales han cerrado sus pronósticos para este año. Y la primera conclusión que se obtiene de todos los informes es que el 2016 está perdido para Ecuador, pero también para Venezuela, Brasil y Argentina, que son los de peor desempeño en la región. El resto -que son mayoría- crece. Si bien lo hacen a tasas menores, comparadas con años anteriores, han logrado mantenerse con cifras positivas.
El Ministerio de Trabajo divulgó una normativa que permite regular el teletrabajo, permanente y parcial, en el país. En la presentación no faltaron los discursos revolucionarios: “proponemos el teletrabajo como una forma que revolucionará la manera de trabajar, de producir y de proyectarnos hacia el futuro”.
Las autoridades del Gobierno ya saben que la firma de un tratado de libre comercio con la Unión Europea significa precisamente eso: liberar el comercio entre ambas partes. También saben que las salvaguardias que empezaron a aplicarse desde marzo del 2015 son un contrasentido, porque los mayores aranceles son un freno a las importaciones y eso no comulga con el libre comercio.
El anuncio que desde octubre Ecuador reducirá un porcentaje de las salavaguardias a 1 784 productos importados es un espaldarazo al acuerdo comercial que el país quiere concretar este año con la Unión Europea (UE).
Aparentemente septiembre se muestra como un mes en el cual las microempresas y pymes (mipymes) pueden obtener beneficios de la política gubernamental. El primer paso se dio con la reunión entre el Gabinete y representantes de la Capeipi, en donde tras un llamado de atención por el olvido de gestionar la adecuación de un parque industrial en el sur de Quito, se ofreció asignar USD 40 millones desde la banca pública, para promover emprendimientos industriales.
La respuesta del Gobierno para superar la crisis es lenta y eso significa que la recuperación económica del país tomará más tiempo. Las autoridades no entendieron que era necesario ahorrar para las épocas de ‘vacas flacas’ y ahora intentan corregir el problema con la entrega de activos estatales a empresas privadas o mixtas, a cambio de recursos frescos. Esto ya se ha aplicado en el sector petrolero –campo Auca- y ahora se quiere ampliar a otros sectores productivos.
Fiel al estilo de sorprender a los mismos funcionarios del Gobierno, esta semana (4 de agosto) se llevó a cabo a las 06:00, el Taller Industrial, con la presencia de las máximas autoridades del Estado y los ministros del área productiva.
Las autoridades no creen que el país atraviese por una crisis económica. Su punto de partida es que la realidad no se parece en nada a la que se vivió a finales de la década de los noventa. El hecho de que se hayan reportado tres trimestres consecutivos de decrecimiento -entre julio del 2015 y marzo del 2016- (aunque se trata de una contracción importante, desde que el Ecuador se dolarizó en el 2000), no constituye para el Régimen una señal de que la situación esté tan mal.
Ecuador ha perdido tiempo en concretar el tratado de libre comercio con la Unión Europea. Ahora que la atención de los europeos estará en arreglar la salida del Reino Unido de este bloque (Brexit), el acuerdo con Ecuador puede pasar a segundo plano.
La aplicación de la Ley de Equilibrio de las Finanzas Públicas, que entró en vigencia en mayo; y la puesta en marcha de la denominada Ley Solidaria (para financiar los daños ocasionados por el terremoto del 16 de abril), cuya aplicación arrancó desde el 1 de junio, han generado inconvenientes a las grandes empresas. Esas complicaciones surgen porque tienen que modificar su planeación estratégica, ajustar los costos de producción de sus bienes y/o servicios a las nuevas normas y tarifas tributarias (incrementos del ICE, del IVA, aportes de utilidades, etc.); además de asumir gastos adicionales que se presentan a la hora de realizar nuevas impresiones, en envases o etiquetas, para incluir los nuevos precios de los productos de venta al público.
Así estamos Este aporte fue escrito antes del lamentable terremoto, con ocasión de las recetas del FMI. El terremoto suma desafíos, pero los originales, persisten. En los últimos años, olvidando estas recetas, quedan algunos rezagos que incomodan al objetivo de la equidad.
Ecuador ya era un país caro. Y a partir del próximo 1 de junio, cuando comience a aplicarse el 14% del impuesto al valor agregado (IVA), lo será aún más. Los consumidores han buscado la forma de sortear esta realidad desde hace un par de años y lo hicieron nuevamente el fin de semana pasado, para lo cual solamente tuvieron que cruzar la frontera.
Análisis económico César Augusto Sosa /Macroeditor Aunque el petróleo ecuatoriano se vendió hasta en USD 16 por varios días en enero pasado, el promedio de ese mes fue 21,6, y subió en los dos meses siguientes. En el primer trimestre del año el promedio fue de USD 24 y en abril mejoró a 31 dólares. Esa tendencia al alza en los precios del petróleo hace prever que el resto del año será menos dramático para las finanzas públicas. La semana pasada, el precio del petróleo que sirve de referencia para Ecuador cerró en USD 46, lo cual dejó al crudo nacional en 35, que es el precio proyectado en el presupuesto del Estado para este año. Esa cotización se ha mantenido constante desde finales del mes pasado y es posible que continúe así, lo cual marca un nuevo escenario petrolero, de menores precios respecto a años pasado, pero sin llegar a los niveles críticos de inicios de año. El Banco Mundial elevó el mes pasado su pronóstico sobre el precio del crudo y lo puso en USD 41 por barril para el 2