Introducción: Cuando Alizon Llerena habla de su hijo Josué (de 7 años), sus ojos se ponen más verdes, como si brillaran. Él es el único amor más poderoso que Galápagos para esta mujer especializada en Herpetología. Desde que llegó hace 17 años a las islas, su conexión con ese territorio ha sido muy fuerte, al punto de sentirse completamente desubicada en su natal Ambato. Por eso, no se ve viviendo en ningún otro lugar del planeta y su plan de vida incluye hacer todo lo que pueda para ayudar a que el archipiélago se mantenga intacto.Alizon es una de las casi 340 000 madres solteras que hay en el país, según el último censo. Y no se complica por serlo.