Me alegra mucho saber que luego de varios años esperando la construcción de la Ruta Viva por fin se lo hace, sabiendo que esto lo hemos pedido desde la administración anterior sin que se haya hecho nada al respecto. Mi inquietud es saber cómo se piensa solucionar los cuellos de botella que desde ya se presentan en las únicas tres vías de salida y entrada a Quito desde el valle, las cuales como sabe están ya saturadas. La Ruta Viva ayudará a descongestionar el tráfico del valle de Tumbaco mas no será la solución para el atolladero que representa salir o entrar a la ciudad. Le recuerdo se iba a construir un segundo túnel que nunca se hizo. ¿Acaso, al igual que la vía al aeropuerto, debemos esperar un desastre vial inminente para recién en dos o tres años pensar en buscar una solución?