Las personas que consumen ají podrían vivir más tiempo y podrían tener un riesgo significativamente reducido de morir por enfermedad cardiovascular o cáncer, según una investigación preliminar que se presentará en las Sesiones Científicas 2020 de la American Heart Association entre el 13 y el 17 de noviembre del 2020.
El regreso del ají artesanal responde a los procesos de rescate de tradiciones e ingredientes dentro de la gastronomía ecuatoriana.
El ají ecuatoriano es el más antiguo de América. Hay registros de que el producto ya estaba en Ecuador desde hace 8 000 años.
Este helado es 500 veces más picante que el tabasco, según sus creadores. Para poder comerlo, debes ser mayor de 18 años y firmar un documento en el que afirmas que estás informado sobre los posibles riesgos y lo consumes bajo tu propia responsabilidad.
La versión del ají manaba elaborada por chef Mauricio Armendaris busca transmitir el platillo de origen montubio hacia el resto del país. Para ello intercambia algunos ingredientes.
A la cocina ecuatoriana siempre le acompaña una salsa -a veces picante, otras no tanto-, pero siempre aporta con sabor. Se la llama ají, por su ingrediente principal, pero son los contrastes del resto de componentes con los que se elabora los que muestran que por todo el Ecuador se pueden degustar distintas variedades.
Dice un refrán que "comida mala con ají resbala" y parece que esta frase se popularizó en la mesa ecuatoriana. No porque nuestra comida sea desagradable, sino por la necesidad que hemos tenido de acompañarla siempre de una salsa a base de ají. El ají ha estado presente en la comida desde antes de la conquista. Existen representaciones de este alimento en cerámicas de antiguos habitantes de los Andes y del litoral del Océano Pacifico.
La ruta de la fanesca terminó. Pero, para el resto del mes, hay un nuevo recorrido para disfrutar de una de las recetas tradicionales en la comida quiteña, el ají.
En la memoria quedan grabados los sabores de la comida de casa, por ello es posible recordar que desde niños -en la mesa ecuatoriana- antes de siquiera servir un plato, siempre ha estado presente un frasco de ají, esperando la comida ideal para sumarse al sabor.