El área de atención sobre fondos de cesantía del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en la matriz de Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Con los mismos aportes que hacen hoy los afiliados y empleadores a la seguridad social se cubrirá el seguro de desempleo que plantea el Gobierno.
El proyecto de Ley Orgánica para la Optimización Laboral y Seguro de Desempleo, que el Ejecutivo remitió a la Asamblea el martes, plantea substituir el actual mecanismo de cesantía del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por un seguro ante la pérdida de empleo.
Pero no solo es un cambio de nombre. La reforma propone modificar la forma en la que los afiliados acceden a estos recursos hoy en día.
El asambleísta de Alianza País y miembro de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, Fausto Cayambe, dice que la cesantía se convirtió en una especie de ahorro a largo plazo que el afiliado cobra al momento de su jubilación y no en seguro de desempleo. Por eso se busca un cambio.
Actualmente, el fondo de cesantía se financia con un 3% de aporte mensual y se acumula en la cuenta personal del afiliado. La reforma redistribuye ese porcentaje: el 1% irá a un fondo solidario para cubrir el seguro de desempleo y el 2% del aporte se acumulará en la cuenta individual.
Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, explicó que esto significa que el 1% de aporte, que ahora se le entrega al afiliado por cesantía, ya no se desembolsará en el futuro al trabajador, sino que esos recursos se quedarán en el fondo solidario para financiar el pago del seguro de desempleo.
Pero enfatizó que los fondos del afiliado acumulados por cesantía hasta ahora no se tocarán y que la redistribución regirá una vez que se apruebe la ley.
Lo anterior significará que el afiliado en el futuro acumulará un valor menor al que hubiera ahorrado con la actual ley.
Frente a ello, Espinosa dijo que se está maximizando el beneficio que hoy recibe el afiliado cuando se quede en el desempleo, principalmente porque el proyecto plantea que el trabajador que se quede sin empleo percibirá un monto de entre el 70 y 50% de la remuneración que venía recibiendo cuando estaba activo. Este beneficio durará cinco meses.
Además, si después de ese período no encuentra trabajo, el empleado tendrá derecho a recibir lo acumulado hasta antes de la reforma planteada y el 2% acumulado en su cuenta individual después de la vigencia de la ley, más los intereses.
Pero ¿qué pasa si el afiliado nunca pierde su empleo? ¿Se perderá ese aporte del 1% que hoy está acumulando?
Ante estas dudas Espinosa respondió que el beneficio para el afiliado será la nueva cobertura que tendrá.
“El afiliado, pese a que no haya hecho uso del beneficio, estará cubierto ante esa contingencia durante toda su vida productiva. Si mañana no pasa nada, qué bueno. Pero si pasa algo, está protegido”, insistió.
Cayambe, por su parte, indicó que la reforma busca evitar la precarización de quien pierde trabajo y dinamizar la economía al inyectar liquidez.
El fondo de cesantía cuenta con unos USD 5 000 millones, según el IESS.
En un año, según Espinosa, el seguro de desempleo había acumulado USD 750 millones bajo el mecanismo propuesto.
El experto legal Marco Proaño criticó el cambio porque consideró que la figura de cesantía era un fondo de ahorro que permitía al afiliado contar con dinero, en su totalidad, el momento de su jubilación o cuando se quede sin empleo. Además, servía para financiar las prestaciones de los afiliados como quirografarios.
Marco Vivanco, exrepresentante de los empleadores ante el IESS, en cambio, cree que los fondos de cesantía no han tenido una práctica real efectiva. Los afiliados no accedían por desconocimiento o porque lo dejaban para su jubilación.
Vivanco indicó que el nuevo concepto es correcto, pero le preocupa que el mecanismo planteado no sea suficiente para financiar el beneficio. Espinosa dijo tener estudios que sustentan el planteamiento.
Carmen Corral, analista en temas del IESS, señaló que su principal preocupación es que a través del proyecto se está sustituyendo el Fondo de Cesantía. Así lo establece la disposición general primera.
“Me queda la duda que se produce un incumplimiento constitucional porque el seguro de desempleo no debe reemplazar la cesantía”, indicó la experta.
Ella considera que con la nueva modalidad se endurecen las condiciones para que el trabajador acceda al beneficio. Explicó que hoy se determina que para cobrar la cesantía se necesita 24 aportaciones acumuladas, no simultáneas y estar 60 días sin trabajo. Ahora son 24 aportaciones, de las cuales las seis últimas deben ser consecutivas.
El Consejo de Administración Legislativa (CAL) calificó ayer, 24 de febrero del 2016, el proyecto de reforma. Maryelli Vásconez, presidenta de la Comisión de Derechos de los Trabajadores de la Asamblea, indicó que espera recibir el texto hoy a más tardar.
Desde que llegue el proyecto económico urgente a la Comisión, esta tiene 10 días para elaborar su primer informe.
Otros artículos de la reforma laboral
Jornada reducida. El proyecto contempla la opción de que las empresas, en crisis, reduzcan hasta en 25% las horas de trabajo, previo acuerdo entre las partes. Con ello, la jornada podría bajar de 8 horas diarias actuales hasta 6 diarias. Solo se pagará por las horas laboradas.
Contratación juvenil. Para incentivarlo, el Estado plantea cubrir el aporte a la seguridad social del patrono cuando se contrate a personas de entre 18 y 24 años, sin experiencia. El aporte del Estado se dará siempre y cuando el trabajador gane hasta dos salarios unificados.
Cambio a pasantías. El proyecto de norma también modifica la Ley de Pasantías para que el empleador ya no pague un salario a este tipo de personas sino un estipendio que se acuerde entre las partes, aunque habrá la obligación de que se les afilie al seguro.
Jornada extendida. La reforma propone horarios extendidos, previo acuerdo entre las partes. Se podrá exceder ocho horas diarias, siempre que no supere 40 horas semanales o 10 horas al día. Los horarios a laborar se podrán distribuir de manera irregular entre lunes y viernes.
En contexto
La tarde del 23 de febrero el Ejecutivo presentó la propuesta de reforma laboral que plantea la flexibilización temporal busca mantener el empleo. La reforma está compuesta por cinco ejes: jornada reducida, jornada extendida, contratación juvenil y cambio al tema de pasantías.