Las imágenes de empujones y forcejeos entre agentes de control del Municipio de Guayaquil y miembros de la Policía Nacional, la tarde del miércoles 22 de junio no son algo aislado.
No están preparados para enfrentar a la delincuencia y no tienen por qué estarlo. Su misión no es repeler ni combatir la inseguridad, sino controlar el buen uso del espacio público y mantener el orden en las actividades que se realizan en la ciudad. Los uniformados del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano y los funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) no reciben dotación para enfrentar actos de violencia. No portan gas, ni ningún tipo de arma.
"Seguro si la agente municipal de Durán se encontraba con una persona de dos metros no la habría tocado. Pero al ver a una mujer, de talla baja y con una discapacidad siente que es débil, que se puede abusar de ella, denigrarla, agredirla", reflexiona Xavier Torres, presidente del Consejo Nacional para las Discapacidades (Conadis). Él comentó que la mañana de este miércoles 14 de octubre del 2020, una delegación del organismo se reunió con Consejo Cantonal para la Protección de Derechos de Durán. Además con dos ediles del cantón.