‘El acuerdo de 2008 no funcionó’

El último acercamiento entre representantes de barras organizadas de Ecuador ocurrió en 2008. El 26 de enero de ese año, los representantes de 10   agrupaciones de clubes del fútbol ecuatoriano acudieron a la Unidad de Vigilancia Norte de Quito.

Los líderes de las barras acordaron evitar la violencia en los estadios, tras la muerte del niño Carlos Cedeño. El simpatizante de Emelec de 11 años falleció en septiembre de 2007,  tras recibir el impacto de una bengala que salió desde la barra Sur Oscura, de Barcelona, en el estadio Monumental de Guayaquil.

Por ello, los líderes de las barras se reunieron para firmar un pacto de no violencia. Pero la cita empezó mal. Así lo asegura Marco Egas, líder de la Barra de las Banderas de Deportivo Quito.

“En la reunión faltaban los representantes de la Sur Oscura, de Barcelona, y la Muerte Blanca, de Liga de Quito. Estos grupos son los más peligrosos. Por eso, la cita resultó una broma”.

Jaime Pérez, presidente de la Asociación de Fútbol no Amateur de Pichincha, también acudió a la reunión. Asegura que los líderes de las hinchadas se comprometieron a tomar precauciones en los encuentros considerados de alto riesgo.

Egas, quien se considera fiel seguidor del club azulgrana, admite que acordaron ayudar a los jefes de seguridad en los distintos estadios del Ecuador.

Sin embargo, insiste en que el pacto no se cumplió. ¿Por qué? Según el hincha quiteño, en los partidos de fútbol faltan policías para vigilar la seguridad.

“Por ejemplo, en el estadio de Liga, suelen estar 50 policías en comparación con los más de 2 000 integrantes de la Muerte Blanca. Así, es imposible que ellos los controlen”.

Por ello, insiste en que el acuerdo no funcionó. Él propone que los representantes de las barras realicen una marcha en contra de la violencia en los estadios.

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