El ‘Diccionario del Uso Correcto del Español en el Ecuador’ fue editado por el Centro de Publicaciones de la PUCE
1990: ‘Los primeros estudiantes de la Escuela de Formación de Educadores Populares, propuesta de universidad abierta para docentes que anhelan educación de calidad, fueron 14 mujeres’, contó doña Lilián Álvaro, en el homenaje que la Academia Ecuatoriana de la Lengua, AEL rindió a Simón Espinosa. En 1990, él escribía en HOY. Doña Lilián le comprometió a dirigir un taller sobre el futuro del país y de América Latina, y Simón se quedó; durante cerca de 30 años subió semanalmente al cerro Ungüí, a 3030 metros de altitud, para enseñar a escribir a los docentes. (Nuestra pobreza educativa clama por rectores y maestros de todo nivel y ámbito que, conscientes de sus carencias e improvisaciones, busquen preparación!). Y sigue doña Lilián: ‘Cada pregunta era tomada en cuenta y respondida con exquisita erudición por el maestro. Su primer análisis partió de los versos de Machado: “Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo,
Hoy, 19 de febrero, la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Correspondiente de la Real Española, celebrará una sesión solemne en homenaje “al ilustre maestro y polígrafo ecuatoriano Don Simón Espinosa Cordero”. Hago mía la ocasión para también honrar a este extraordinario ser humano y querido amigo.
La Junta General de la Académica Ecuatoriana de la Lengua decidió, en votación secreta el pasado 28 de noviembre del 2018, designar a Óscar Vela como Académico Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Ecuador inició hoy (25 de septiembre del 2018) una serie de actividades para conmemorar el centenario del nacimiento de uno de sus mejores poetas, César Dávila Andrade, "una de las voces líricas más poderosas del siglo XX".
La Academia Ecuatoriana de la Lengua inaugura hoy (4 de agosto de 2016) en su sede, en Quito, una muestra plástica dedicada a Miguel de Cervantes y su obra magna, 'El Quijote', bajo el lema 'Cervantes, en paz tranquila y en provechoso sosiego'.
En el VII Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebra desde ayer, 15 de marzo del 2016, en San Juan, Puerto Rico, la política interna en relación al arte, la educación y la cultura de los países hispanoamericanos ha cobrado fuerza en la voz de académicos y escritores. Lo hizo el cuentista y ensayista puertorriqueño Luis Rafael Sánchez, en la sesión inaugural, y hoy lo repitió Susana Cordero de Espinosa, la Directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
En una sesión solemne, la Academia Ecuatoriana de la Lengua (AEL) incorporó ayer (18 de junio) al doctor Carlos Freile Granizo como nuevo miembro de esta institución.
"En la ciudad de Quito, capital de la República del Ecuador, el día 4 de mayo del año 1875, los señores doctor don Pedro Fermín Cevallos, don Julio Zaldumbide, don Belisario Peña, General doctor don Francisco Javier Salazar, doctor don Pablo Herrera y el infrascrito, miembros correspondientes de la Academia Española, se reunieron en la casa de habitación del primero, convocados por él con el objeto de instalar la Academia Ecuatoriana, y poner así por obra en el Ecuador el acuerdo expedido por la Española en Madrid, el día 24 de noviembre de 1870.
Lázaro Carreter, exdirector de la RAE, constataba: “El lenguaje nos ayuda a capturar el mundo: cuanto menos lenguaje tenemos, menos mundo capturamos. La lengua empobrecida empobrece el pensamiento”.
‘Finjamos que soy feliz: Recado de Sor Juana Inés de la Cruz a Juan León Mera’. Ese el título del discurso con el que Cecilia Ansaldo se incorporó la semana pasada como miembro correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua (AEL) y en el que devela la proximidad del novelista ecuatoriano con la monja y gran poeta mexicana.
Susana Cordero de Espinosa Cuenca, 73 años Presidenta de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
El nuevo ‘Diccionario de la lengua española’, una publicación de la Real Academia Española, dista de su exclusivismo hispánico de hace 234 años, cuando fue editado por primera vez. Como nunca antes tiene una fuerte presencia latinoamericana en su construcción.
En más de una ocasión, las letras ecuatorianas han llegado hasta el seno de la Academia Sueca en búsqueda del reconocimiento de sus miembros cuando estos, desde hace ya 113 años, barajan los nombres del nuevo Nobel de Literatura.
La fachada es escueta y sobria, como la de un convento. Es una construcción austera de dos plantas, con ventanas enrejadas que ponen el toque republicano, al igual que las cornisas y los dinteles.
Dos hechos importantes han sucedido en estos días: la incorporación de Fabián Corral a la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Qué bueno que un lector ocupe un sillón como miembro de esta Academia. Y no solo un culto lector, sino un periodista de fuste y sin atisbos de cobardía para comentar todo lo condenable de este país (lo mismo que Antonio Rodríguez Vicéns. ¿Otro candidato para la Academia?, ¿o ya lo es?).
En los próximos meses, la Academia Ecuatoriana de la Lengua dejará su sede en el norte de Quito, cerca de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, para volver a la edificación del siglo XVIII que la acogió por primera vez; aquella ubicada sobre la calle Cuenca, en el Centro Histórico.