Otavalo abrió un centro cultural y de intercambio

El Colibrí. En  las afueras  del centro se levantó este monumento a esta ave; fue financiado por el Municipio y el Ministerio de Cultura.

El Colibrí. En las afueras del centro se levantó este monumento a esta ave; fue financiado por el Municipio y el Ministerio de Cultura.

Habitantes de las comunidades de Caluquí y González Suárez, Otavalo, hicieron la limpieza (en quichua conocido como huasipichay) del Centro intercultural comunitario El Colibrí (kinti wasi). Los sonidos de violines, guitarras y quenas marcaban el paso de comuneros que danzaban en círculo en un salón del primer piso de la edificación.

Las mujeres, con ramas de chilca y pétalos de rosas, recorrieron la nueva infraestructura para cumplir con el ritual andino. “La limpieza es para dar buenas energías a esta casa nueva”, dijo Lucía Tocagón, al esparcir flores de color rojo y blanco por el salón.

Este acto fue precedido por un encuentro de grupos étnicos del cantón. Habitantes de los pueblos Otavalo, Cayambe y estudiantes de cinco establecimientos educativos llegaron en caminatas desde los cuatro puntos cardinales.

Los marchantes se juntaron en el sector de La Cruz del Socavón, adjunto al centro intercultural. Los personajes del museo Otavalango, representados por danzantes con medianos (ofrendas de alimentos y frutas), el Coraza (personaje central del folclor otavaleño), y los Kayambis (indígenas de Cayambe) con los copleros de San Pablo expresaron la alegría por el nuevo espacio cultural.

En tanto, la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi tuvo a su cargo el ritual de limpieza del edificio de dos pisos, cuyo frontis luce la figura de un colibrí. Los USD 766 000 que costó el monumento fueron financiados por el Municipio de Otavalo y el Ministerio de Cultura. Pese a que la obra civil finalizó el año anterior, su apertura oficial se realizó en días pasados.

La semana anterior, el ciclo de cine Convivir en Solidaridad fue el que inauguró el teatro El Colibrí, se trató de una campaña de Acnur sobre la problemática de la migración que se proyectó en siete ciudades del país.

Para Aníbal Bonilla, alcalde de Otavalo encargado, el diseño y el nombre El Colibrí representan la independencia de ideas de los otavaleños. Por ello, este espacio que cuenta con pinacoteca, teatro, galería y aulas para talleres “está destinado a convertirse en un espacio para el desarrollo de las artes otavaleñas”.

Según Erika Sylva, ministra de Cultura, este es el séptimo centro intercultural que inaugura esta Cartera de Estado. La Ministra dijo estar preocupada por el mantenimiento del centro. “No deben ser elefantes blancos, estos centros deben tener funcionalidad”.

Por su parte, el Ministerio de Cultura ha facilitado un gestor cultural para planificar las actividades. Y ya el Municipio solicitó que se aumente el personal para los programas semanales que tienen previstos, como el concierto para adultos mayores que estaba previsto para la tarde de ayer.

Un comité de gestión, integrado por funcionarios del Ministerio, el Municipio y delegados de la comunidad, se encargará de su funcionamiento permanente.

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