El ‘otro’ FMI

Las instituciones de Bretton Woods –FMI y Banco Mundial- son tan poderosas hoy en día como aún lo es la Liga de las Naciones. Sí… aquella que fue instituida en París, un aciago 28 de junio de 1919. Y no es una metáfora. Basta ver lo que ha sucedido con ellas durante la primera década del siglo XXI donde sus funcionarios pasaron de dar cátedra de buenas prácticas macroeconómicas, a perseguir a ministros de Finanzas para que acepten los créditos de sus instituciones. La crisis financiera del 2008 demostró aún más el desierto en el que habían caído, pues a pesar de que países como Francia, Reino Unido y EE.UU. siguen creyendo en ellas, no pudieron recuperar el liderazgo, a pesar de los más de USD 200 billones que canalizaron. Aún más, la nueva ola de crisis que azota Europa no tiene al FMI como principal ente de inyección de liquidez. Después de tan agresiva pérdida de control de las riendas económicas mundiales, los escándalos de Strauss-Kahn no pasan de ser anecdotarios.

Pero nunca hay vacíos de poder o de dinero. El vacío siempre es ocupado por alguien y el coloso financista que se ha sustituido al FMI para “socorrer” Estados en aprietos es nada menos que China. El nuevo FMI tiene nombre de país. Sus líneas de crédito vienen con recetarios incluidos sobre buenas prácticas macroeconómicas, ni tampoco incluyen un discurso neoliberal. Pero ¡ah! No se equivoquen… sí tienen serias condicionalidades. La principal de ellas es su tasa de interés, comparada con la tasa libor o las que cobran el FMI y el Banco Mundial, son casi, casi de usura.

Segundo, sus préstamos siempre toman prenda. China no se confía de los buenos oficios y las declaraciones de hermandad. Aprendió bien del Imperio Británico del siglo XIX. Los pagos se garantizan siempre con petróleo, materias primas o alguna inversión. Tercero y lo más importante: sus préstamos garantizan una política de puertas abiertas para todas sus exportaciones, mano de obra incluida. Sino pregunten cuántos trabajadores chinos tendrá Coca-Codo-Sinclair y cuántos tiene Andes Petróleum (comparado con las prácticas de otras multinacionales). Hay libros enteros que cuentan sobre inversiones chinas en África, donde “importaron” 700 trabajadores chinos para un solo proyecto. ¿A quién le preocupa el empleo nacional?

En el 2011, China sobrepasó con 100 billones de dólares los desembolsos del Banco Mundial y del FMI en países en vías de desarrollo. China irá también al rescate de Grecia e Irlanda. Está invirtiendo fuertemente en Japón y ya es el mayor tenedor de bonos del tesoro estadounidense. ¿Quieren saber a quién mece ahora la cuna financiera mundial? Nada menos que China. Ojo con los románticos que creyeron que se habían salvado del FMI y del Banco Mundial. Seguro se enterarán muy tarde de que cambiaron al cíclope Polifemo por la monstruosa Caribdis.

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