Con el inicio de clases en el régimen Sierra-Amazonía, los más de 1,8 millones de estudiantes volverán a usar uniforme para ir a sus instituciones educativas. Las normas de uso constan en los Códigos de Convivencia de cada institución, que firman los padres de familia o representantes. Para esto se deben tomar en cuenta los derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de estética.
La presentación personal no puede ser el justificativo que excluya a los chicos del derecho a la educación, señala Sybel Martínez, directora de Rescate Escolar. Esto debe ser considerado, señala, a la hora de construir los Códigos de Convivencia, “que muchas veces tienen patrones restrictivos o excluyentes”.
En el colegio Letort, de Quito, hicieron cambios para tener uniformes modernos y atractivos, con los que los estudiantes se sientan bien, señala la rectora, Carolina Pinzón. Por ejemplo, entre las prendas institucionales, los chicos pueden usar, voluntariamente, ‘hoodies’ (suéter con capucha) o chompas.
Las prendas del uniforme deben ser cómodas porque los alumnos pasan cinco días de la semana con ellas puestas y hacen todas sus actividades con el uniforme, dice Pinzón. Asimismo buscan que sean modernas porque los estudiantes necesitan sentirse a gusto con lo que se ponen. “Hoy en día los chicos miran qué les queda bien y bonito. Por eso debe ser a su gusto, quedarnos en lo clásico y lo antiguo no es lo más apropiado”.
Cabello, tatuajes, piercings
La presentación personal también incluye piercings, tatuajes, cabellos de colores o peinados inusuales. Martínez señala que eso forma parte de la aceptación personal individual y colectiva que debe existir en las escuelas y colegios.
La rectora del Letort señala que prohibir estas expresiones va en contra de los derechos de los estudiantes. Por eso conversan con los alumnos, con el objetivo de que moderen su uso. Las chicas y chicos también se pintan libremente el cabello de colores. Y los varones pueden llevarlo largo. Se trata, dice Pinzón, de aceptar a los chicos como ellos son. “Eso les permite estar más tranquilos y ocuparse de lo que tienen que ocuparse, que es su aprendizaje“.
En el nuevo año escolar continúa vigente el Acuerdo Ministerial 34-A, de 2018, que contiene normas generales para el uso de uniforme. En él se establece que los niños, niñas y adolescentes podrán utilizar accesorios, siempre y cuando estos guarden relación con los lineamentos establecidos en el Código de Convivencia institucional.
El rector del EMDI School, Hugo Íñiguez, señala que es importante que los estudiantes se sientan identificados, a gusto y motivados en portar su uniforme. Sin embargo, sostiene que en ese plantel los estudiantes no pueden llevar piercings o tatuajes, de acuerdo con su Código de Convivencia.
Las chicas no están obligadas a usar falda
Ese mismo Acuerdo determinó que las estudiantes mujeres no están obligadas a usar falda si así lo desean. Las instituciones educativas, al regular el uso del uniforme escolar en el Código de Convivencia institucional, deberán determinar que el uso de faldas para las niñas y adolescentes mujeres es opcional, por lo que no se podrá obligar de ninguna manera el uso de dicha prenda, dice el documento.
La directora de Rescate Escolar sostiene que nadie aprende a ser respetuoso ni tolerante en lugares en donde no se respeta la libertad individual. “En las instituciones en donde se imponen visiones del mundo únicas creamos niños, niñas y adolescentes que muchas veces son intolerantes a diferentes expresiones”.
En 2017, organizaciones de la sociedad civil presentaron una queja defensorial, respecto a los Códigos de Convivencia. Esto lo hicieron con base en la violación de la Constitución que constataron que los Códigos tenían, sobre todo en términos de libertad de estética y libre desarrollo de la personalidad.
Con eso, Martínez recuerda que el Ministerio de Educación envió una circular a nivel nacional para que los Códigos no vayan en contra de la Constitución y las leyes. Para eso, dice, es necesario entender que no se debe castigar ni sancionar a quienes ejercen su libre desarrollo de la personalidad y estética.
¿Qué hacer si este derecho se vulnera?
Si es que llegara a existir una sanción o castigo por parte de una institución educativa, debido a la presentación personal, se puede denunciar en Junta de Protección de Derechos. Martínez explica que en estos casos, las Juntas emiten medidas de protección e incluso sancionan a las instituciones que ejecutan normas rígidas, restrictivas o excluyentes.
Estas situaciones, indica, se relacionan con el respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y la autonomía progresiva, que está consagrada en la Constitución. “Si es que hay un hecho restrictivo, excluyente, que tiende a sancionar o castigar al estudiante es una forma de violencia“.
Asimismo, la especialista señala que se trata de una forma de violencia si, por ejemplo, un chico tiene el cabello pintado de colores y esto es motivo de burla o de hostigamiento académico por parte de la autoridad o docente. Estas formas de violencia constan en la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI).
Las disposiciones del Ministerio para el nuevo año escolar
Para el año escolar 2022-2023, el Ministerio de Educación dispuso que en las instituciones educativas en las que se entregan uniformes gratuitos no se podrá solicitar su uso mientras este no llegue a los estudiantes. Los planteles fiscales que no son beneficiarios del programa podrán solicitar que los estudiantes asistan con uniforme, según el Código de Convivencia de la institución.
En ese caso, se podrá solicitar un máximo de tres piezas: un pantalón, una camiseta o camisa y un buzo. Su uso será de al menos tres días a la semana y el resto de los días, los alumnos podrán asistir con ropa de colores similares a los del uniforme. Las familias que deseen adquirir todo el kit de uniformes (parada, deportes u otros) podrán hacerlo de forma voluntaria. No se pueden vender uniformes dentro de los establecimientos educativos, ni direccionar su compra a determinado proveedor. Las familias tendrán la libertad de adquirirlos en el lugar que decidan.