Intercambiar cada dos meses los productos que se cosechan en la zona subtropical con los que se produce en la región andina. Ese fue el acuerdo al que llegaron las parroquias de La Carolina y Angochagua, pertenecientes al cantón Ibarra, en Imbabura.
El 13 de mayo pasado se realizó la última feria de trueque, en la que el dinero no tiene cabida. “Con ello estamos recuperando una tradición ancestral”, explica Hernán Sandoval, presidente de Angochagua, una localidad andina con alta población indígena.
Esa vez el encuentro para el intercambio de alimentos se realizó en el último poblado, situada en el suroriente de Ibarra, con motivo de los 156 años de parroquialización.
Campesinos afrodescendientes como Carmen Minda llegaron con zapallos, naranjas, yuca, plátano… para cambiar con choclos, fréjol, melloco, cebada, quinua…
En julio próximo, entre tanto, los campesinos de Angochagua deberán devolver al visita a La Carolina. Así explica Jorge Enríquez, presidente de esta parroquia.
Tránsito Farinango está contenta con este sistema de negociación tradicional, que les permite llevar más alimentos que los que permite el dinero en el mercado, asegura.
Para facilitar la movilización de los labriegos y sus cosechas, las juntas parroquiales acordaron facilitar la movilización. Los productores de la parroquia La Carolina enviaron sus cosechas en un camión, mientras ellas se movilizaron en un autobús.
De esta manera, el trueque se va institucionalizando en la Provincia de los Lagos.