Moca (Mónica Varea) y Papo (Octavio Peláez) comparten la lectura de un cuento con lo niños del taller Peripecias Literarias en Librería Rayuela. Foto: Santiago Sarango/EL COMERCIO.
La frase “no toque mijito que se daña” tiene los días contados. Así lo sostiene Mónica Varea, escritora ecuatoriana y propietaria de Librería Rayuela, lugar donde se desarrolla el taller infantil Peripecias Literarias, uno de los espacios creados con la finalidad de que los más pequeños se formen en escritura creativa, pero, sobre todo, que se apropien de un espacio comúnmente asociado con lo formal.
Para la autora del libro ‘Margarita Peripecias’, los espacios culturales deben estar siempre abiertos de par en par para que los más pequeños los sientan como suyos y los palpen. Más aún en época de vacaciones, pues la temporada permite que muchas iniciativas cobren vida y se posibilite la interacción entre cultura y travesuras.
Luego de la lectura de un cuento, los niños reciben una hoja y un lápiz para que inventen un final al texto a su gusto y creatividad. Foto: Santiago Sarango/EL COMERCIO
Es la primera vez que Librería Rayuela acoge un taller infantil de un periodo extenso. Según Varea, varias personas le habían solicitado que el lugar ofreciera un espacio para los pequeños con una proyección larga. El reto le pareció importante, pero sería mejor si contaba con apoyo.
Así fue que apareció en escena Octavio Peláez. Una figura destacada de la caracterización de personajes infantiles, uno de ellos cobra vida en el conocido programa ‘El Taller de Papo’, que en este 2016 estuvo como finalista en los Prix Jeunesse, uno de los reconocimientos más importantes para programas infantiles a nivel internacional.
En dicho espacio televisivo, Peláez interpreta a Papo, un cálido anciano de una barba prominente que junto a su amiga Romi comparten y reavivan la tradición de la lectura de cuentos infantiles.
La actriz Tanya Benítez realiza la lectura de un cuento infantil como parte del taller de teatro en el Patio de Comedias. Foto: Santiago Sarango/EL COMERCIO
Precisamente, esa tradición oral de la lectura de cuentos es la clave del taller de Rayuela, pues como dice el actor, “los niños y los jóvenes reclaman su espacio en todas partes, eso incluye las librerías. Por tanto, se necesita crear lugares o rincones para que ellos encuentren lo que necesitan y a su agrado”, comenta.
A partir de las 16:00, los lunes, miércoles y viernes, y hasta el 29 de julio de 2016, Moca, alter ego de Varea, y Papo estarán compartiendo sus experiencias y ocurrencias con los niños que acudan al taller.
Pero cuando se trata de vacacionales, otros espacios culturales también decidieron abrir sus puertas a niños y adolescentes. Así ocurrió con El Patio de Comedias y su taller de teatro que se inició el 11 de julio.
El escenario principal de El Patio de Comedias sirve como lugar de trabajo para los pequeños. Foto: Santiago Sarango/EL COMERCIO
Para la actriz Tanya Benítez, responsable del taller, la presencia de los niños en el escenario principal significa llenar de energía y fuerza al espacio, pero, sin duda, lo más importante para Benítez es sentar un precedente. Es decir, que a raíz de un vacacional esa energía y alegría que brindan en el taller los pequeños luego se transformen en una vocación y pasión por el arte, inclusive de convertirse en futuros actores o actrices.
En cada jornada, Benítez realiza actividades que procuran mejorar las capacidades de expresión oral y corporal de los niños y adolescentes, implementando ejercicios teatrales como la improvisación y la actuación.
Precisamente, el último día del taller, el 22 de julio, se realizó una puesta en escena final abierta al público para que los familiares de los talleristas puedan apreciar el trabajo compartido en el espacio.
Con la presentación de la obra ‘El Gato con Botas’ finalizó el taller de teatro para niños y adolescentes en el Patio de Comedias. Foto: Santiago Sarango/EL COMERCIO
A decir de Benítez, la obra de cierre fue una apuesta por valorizar la voz y el lenguaje corporal que cada uno de los niños y adolescentes mantienen cuando se encuentra en el escenario, más aún si se considera el reto de estar a tempranas edades como protagonistas en la ‘tablas’, comenta.