El simulacro que se desarrolló en todo el cantón Esmeraldas tuvo como objetivo medir la capacidad de reacción de la población esmeraldeña. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Los estudiantes de los planteles educativos que están en las zonas de riesgos a tsunamis salieron ordenadamente hasta los puntos seguros tras escuchar el sonido de la sirena. A las 10:36 de esta viernes 22 de julio de 2016 todos fueron alertados.
El simulacro que se desarrolló en todo el cantón Esmeraldas, en la Costa de Ecuador, tuvo como objetivo medir la capacidad de reacción de la población esmeraldeña, ante una alerta de tsunami, y saber qué hacer en esos casos.
Uno de los inconvenientes fue la falta de colaboración de los conductores de vehículos que no siempre se detuvieron para dejar pasar a los estudiantes que simularon una evacuación.
Eso ocurrió con los alumnos de la unidad educativa Luis Prado Viteri, y pese a que elementos de la Policía Nacional realizaron el control respectivo en la calle Pedro Vicente Maldonado, Av. Libertad y José de Sucre.
Patricia Ayoví, representante del Vicariato en la unidad educativa José de Cottolengo, donde estudian 720 estudiantes, dijo que hay que trabajar más en los tiempos de reacción. Ellos hicieron 17 minutos tras el toque la sirena, cuando lo normal serían 15 minutos.
Al simulacro asistieron padres de familias que posteriormente del ejercicio retiraron a sus niños en lugares seguros como la iglesia Catedral Cristo Rey y en el sector de El Panecillo, hasta donde acudieron unas 2 000 personas.
Hasta ese sitio llegaron médicos y enfermeras del Subcentro de Salud tipo C, que está ubicado en la avenida del Pacífico, norte de la ciudad, así como funcionarios y trabajadores de Autoridad Portuaria de Esmeraldas.
Estas dos entidades, sumadas a la Empresa Pública Flopec, están en una zona de riesgo a inundación de tsunamis, por estar cerca al mar. En ese caso, de ocurrir un evento de estos, el impacto directo sería a estas entidades y los habitantes del sector Las Palmas, explica Renato Tambaco, de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Esmeraldas.
El ejercicio también sirvió para medir la reacción de los bomberos, paramédicos y conductores de ambulancias, que también simularon la atención de heridos durante el simulacro que terminó pasadas las 11:30 de este 22 de julio.
En el centro de la ciudad fueron pocas las personas que se sumaron al ejercicio y continuaron con sus actividades laborales y comerciales.