El Ministerio de Salud dice que siguió los protocolos necesarios con el paciente que falleció en el centro de Quito. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Un hombre, de 76 años, falleció la mañana de ayer, jueves 7 de mayo del 2020, en el dispensario de Salud N°1, ubicado en el Centro Histórico de Quito. Él llegó con sospecha de portar la nueva cepa de coronavirus, ya que presentaba síntomas respiratorios como expectoración y malestar general. Hasta este jueves, según versiones de los familiares, el adulto mayor no habría recibido la atención médica.
Santiago Toaquiza, familiar, contó que dejaron al hombre esperando en una banca. “Estuvimos desde la mañana aquí. Le tomaron la presión y le dejan en una banca”, comentó en declaraciones para la cadena TVC, ayer. Él además relató que no era la primera vez que acudía al establecimiento; 15 días atrás fue por un malestar y le recetaron paracetamol, comentó.
La Coordinación Zonal de Salud 9, por medio de un comunicado, este viernes 8 de mayo del 2020, aseguró que el hombre fue evaluado en la carpa de triaje y “por su condición, el paciente fue trasladado a la sala de aislamiento para sintomáticos respiratorios. Es así que, al interior de la Unidad los profesionales de la salud realizaron el soporte inicial y al ver la gravedad del cuadro, el médico tratante comunicó al familiar la severidad de la condición del paciente y la necesidad de trasladarlo a un hospital de segundo nivel”.
La entidad del Ministerio de Salud sostiene que “mientras recibía atención, el paciente presentó un paro respiratorio, por lo que el personal realizó la reanimación cardiopulmonar por 20 minutos, sin respuesta satisfactoria, por lo que fue declarado como fallecido unos minutos después”.
En el comunicado se detalla que el personal informó “inmediatamente” al familiar sobre el deceso y se comunicó vía telefónica con la hija para obtener más información. “Se efectuó el protocolo respectivo en caso sospechoso de covid-19 para el levantamiento del cadáver”.
Posteriormente se entregó la papeleta de defunción y el cuerpo fue retirado por personal de Medicina Legal.
También se habría garantizado el seguimiento de los contactos dentro del cerco epidemiológico y “se brindó el soporte médico y de salud mental a los contacto del paciente fallecido”.
Este no es el único caso de personas que fallecen de forma súbita. También se recogió el caso de una mujer de 37 años, que se desplomó sobre la acera, en la av. Maldonado, en el sur. El hecho se registró el pasado 28 de abril del 2020.
Según el Ministerio de Salud, cuando una persona presenta algún síntoma que pudiera hacerle pensar que es portadora del virus debe comunicarse con el ‘call center’ 171. Si es afiliada al IESS puede llamar al 140. A través de preguntas, le hacen un triaje, y de acuerdo con la gravedad del caso, le indican si debe acercarse a algún dispensario o punto de salud para que le chequeen de forma personal, más allá de la telemedicina. Y le apliquen una prueba diagnóstica.
En Quito hay laboratorios privados que también hacen las pruebas, pero todos exigen un pedido de un médico. No se acepta que un ciudadano simplemente llegue y pida el test. También en algunos hospitales privados se hacen diagnósticos clínicos, es decir, los médicos evalúan a la persona y de no acceder al resultado de una prueba, inician el tratamiento.
Los infectólogos consultados por este Diario reiteran que se sospecha del contagio si alguien estuvo cerca de una persona con el virus. También si acudió a un sitio, en donde se concentraron algunos individuos, sin protección: mascarilla. Y si no tomó medidas de prevención como lavarse las manos, al menos 20 segundos, con agua y jabón. Si además presenta fiebre, tos seca, cansancio al hacer cosas simples como lavar platos, dificultad para respirar es necesario acudir a un médico. Cada organismo reacciona distinto, pero hay que ser más cuidadosos si se está en grupos de riesgo (mayores de 60 años, enfermos crónicos, entre otros).
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