El rito del Miércoles de Ceniza se modifica por la pandemia. Foto: Cortesía Conferencia Episcopal Ecuatoriana
La cruz de ceniza en la frente ya no será parte del tradicional Miércoles de Ceniza, tampoco se pronunciará la frase “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás” a cada uno de los feligreses que acudan al templo para participar de este rito católico.
Para evitar contagios de covid-19, la forma del rito cambiará para este 2021, según dispuso la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, del Vaticano.
Aquella frase característica ya no se dirá a cada feligrés, como era la tradición. De ahora en más, la fórmula que consta en Misal Romano se pronunciará una sola vez y para todos los fieles.
Después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Los feligreses se acercarán en orden y guardando distancia o, si es oportuno, el religioso irá donde las personas que estén de pie. Tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.
Esta disposición fue firmada en el Vaticano, el martes 12 de enero del 2021, por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; y por monseñor Arthur Roche, arzobispo secretario.
El símbolo católico de la ceniza tiene el objetivo de “reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”, apunta monseñor René Coba, exsecretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y actual obispo de Ibarra.
La ceniza no es un sacramento, por lo que no es necesario que un sacerdote la imponga. Lo puede hacer cualquier cristiano, agrega Coba. Pastoralmente, el clérigo sugerirá a los fieles que reúnan unas ramas secas, las quemen y cuando se enfríen las muelan; luego, el Domingo de Carnaval el sacerdote puede bendecir esas cenizas para que el miércoles, la familia haga una oración y se ponga la ceniza en la frente o en la cabeza con un poco de agua.
Este rito, abunda el religioso, es un llamado a la conversión a todos, tanto para quien pone la ceniza como para quien la recibe, es una revisión de la vida. Este año, Miércoles de Ceniza será el 17 de febrero, pero no necesariamente se debe hacer el miércoles, sino que se puede extender hasta el domingo siguiente, explicó Coba.