Imagen referencial. El COE Nacional de Ecuador debe resolver si autoriza a no el regreso a clases presenciales de los estudiantes universitarios, ante la pandemia del covid-19. Foto: EFE
Este jueves 4 de marzo del 2021 estaba previsto que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional evaluara la posibilidad de retorno a clases presenciales de 23 universidades que han presentado sus planes piloto. Sin embargo, el tema no se trató en la sesión de la mañana.
Las instituciones de educación superior que esperan decisiones son la Salesiana, SEK, UDLA, De los Hemisferios, Ecotec, Instituto de Tecnología Sudamericano y el Tecnológico Universitario de Estudios, Politécnica Nacional, Superior American College, Particular Sudamericano, Estatal del Carchi, Católica, Ikiam, Católica de Cuenca, Internacional, San Francisco, Espíritu Santo, Instituto Argos, de las Artes, Tecnológico Libertad, Superior San Isidro, UTE y Particular de Loja.
Estas continúan a la espera de una aprobación, tras haber construido y presentado sus planes, enfocados sobre todo en actividades prácticas que no se han podido desarrollar en la modalidad virtual.
En la Católica, por ejemplo, esperan que el COE les permita ejecutar sus planes, al menos para las áreas de salud, sostiene Liesel Pérez, coordinadora del comité de prevención sanitaria.
Con la aprobación señala Pérez, será posible optimizar el tiempo del semestre, que empezó hace una semana. Ellos desarrollaron un cronograma que se ha ido modificando por el aplazamiento de las fechas, establecido por el COE, debido a la situación epidemiológica del covid-19 y la ocupación hospitalaria, especialmente en ciudades como Quito.
Los directivos planean volver con el 30% del aforo de seis unidades académicas. En aulas de 25 universitarios, por ejemplo, estarían ocho. “No son todos los estudiantes, sino los de ciertos niveles y ciertas asignaturas”, explica la coordinadora del comité.
Por ejemplo, Pérez indica que volvería una parte del alumnado de asignaturas relacionadas con arquitectura, comunicación, enfermería, ciencias de la educación y medicina. Y continuarían de modo virtual otras como economía, jurisprudencia, administración o ingeniería en sistemas.
Además recuerda a los estudiantes que la asistencia presencial es voluntaria y no representará una calificación diferente. Quienes decidan no acudir podrán acceder a las mismas clases de forma virtual.
Las autoridades esperan una disposición del COE para extender la convocatoria a los alumnos. Prefieren no generar expectativa, considerando los constantes cambios de fecha para el posible retorno, a causa de la emergencia.
La Universidad Espíritu Santo ya tenía aprobado su retorno desde el 18 de enero, recuerda su rector, Joaquín Hernández. Considerando que la autorización se ha pospuesto por parte del COE, dice, están preparados para volver cuando así se disponga.
Ese centro pidió el retorno, primero, en las carreras que requieren, por ejemplo, prácticas en laboratorios. Luego esperan retomar otras, según las autoridades lo permitan.
Planean volver con un aforo de máximo 30% como lo establece el COE y también han aplicado todas las normas de bioseguridad dispuestas, incluida la señalética. Así lo comprobaron las autoridades en una inspección realizada, señala el rector.
En educación media, de alrededor de 16 000 instituciones educativas, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional aprobó los planes de 449, con un total de 17 104 alumnos y 1 390 docentes.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) promueve el retorno a las aulas de todas las instituciones con planes piloto aprobados y no solo en escuelas de las zonas rurales, como se ha dispuesto en Ecuador.
Tras un año del cierre de las escuelas, Unicef sostiene que hay impactos negativos. Por ejemplo, en sus encuestas vieron que cuatro de 10 adolescentes dicen que están sufriendo tensión y angustia, seis de 20 niños dicen que están aprendiendo menos, solo dos de 10 estudiantes tienen acceso a un equipo tecnológico para su uso personal.
Además, Unicef recuerda que más de 70% de los docentes dice que tiene mala conectividad. Desde el inicio de la pandemia 90 000 niños y niñas han abandonado sus estudios. 15% de los estudiantes afirma que no ha recibido clases durante las últimas semanas, entre otros resultados.
A la par, especialistas advierten sobre los riesgos que implicaría la reapertura de las escuelas. La epidemióloga Andrea Gómez, por ejemplo, insiste en la importancia de vacunar a todas las personas que pertenecen a grupos prioritarios, entre ellos los adultos mayores, incluso aquellos que no viven en geriátricos.
De esa manera, indica, ante un posible retorno a las aulas, los niños que viven con sus abuelos no los pondrán en riesgo. “Al vacunar primero a los de comorbilidades, mayores de 65 años, se podría pensar en aumentar la movilidad”.
Además sostiene que el plan de vacunación en el país todavía no queda del todo claro. “No he encontrado ningún documento técnico que refiera cuál es el orden, cuáles van a ser los grupos prioritarios, porque el objetivo de la vacunación es evitar una enfermedad grave y la muerte”.
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