En Ecuador hay disponibles dos tipos de pruebas que se utilizan en los laboratorios autorizados por las autoridades sanitarias. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Para diagnosticar la nueva cepa de coronavirus o los anticuerpos que se han generado durante y después de un contagio, en el Ecuador están disponibles dos tipos de pruebas que se utilizan en los laboratorios públicos y privados autorizados por las autoridades sanitarias. Estas son la molecular o PCR, que es la única avalada para confirmar o descartar el virus; y las rápidas para detección de anticuerpos IgG e IgM, para lo cual se aplican dos técnicas electroquimioluminiscencia y elisa.
La prueba de diagnóstico PCR
Este test también es conocido como prueba de reacción en cadena de la polimerasa o RT-PCR, en tiempo real. En los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) constan dos pasos para la identificación del virus del SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19.
El primero es el screening, en donde se confirma o descarta la presencia del microorganismo en el cuerpo de la persona. Además se hace una segunda ‘corrida’ para reconfirmar el resultado.
Este protocolo se utilizaba en Ecuador, hasta antes de abril. Luego de ello se cambió a la detección de tres genes (E,N y RdRP), según consta en el Protocolo de uso de pruebas rápidas para detección de anticuerpos contra SARS-CoV2/covid-19, publicado por el Ministerio de Salud.
En el documento se explica que cumple con todos los criterios de sensibilidad y especificidad. Aunque no se señala un porcentaje, las autoridades ecuatorianas han dicho que está sobre el 90%. Este tipo de técnica además tiene un período de ventana de cuatro o cinco días después de la infección y puede mantenerse como positiva hasta 28 días tras haberse contagiado.
La muestra que se toma es nasofaringea, por medio de un hisopado.
En Ecuador, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), encargada de la emisión del registro sanitario, ha autorizado 42 marcas de reactivos para PCR.
La prueba rápida de anticuerpos
El test rápido detecta las inmunoglobulinas (Ig) del tipo G y M. Es decir, la IgM indica la presencia de infecciones no actuales, es decir, aquellas que ya han desarrollado una respuesta inmunitaria secundaria. Mientras que la IgM revela una respuesta inmunológica frente a contagios activos.
Estas pruebas tienen un principio serológico (detección de anticuerpos) y su sensibilidad es variable, ya que depende del tiempo de inicio del ingreso del virus. La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica –citada en los protocolos ecuatorianos- da cuenta de que la sensibilidad es de al menos 70%.
La muestra que se saca es de sangre, plasma o suero. Todo depende de la marca.
¿Qué implica que sean pruebas serológicas?
Dentro de las técnicas serológicas se encuentran la electroquimioluminiscencia y elisa (inmunoenzimática). Ambas son importantes para entender la epidemiología de la enfermedad, sobre todo, el rol en la infección asintomática en una persona.
La primera es más sensible, dado que la señal que emiten las enzimas acopladas al anticuerpo es un cambio de luz, por lo que hay una lectura más específica. Mientras que la segunda técnica mide la concentración de los anticuerpos en sangre, por medio del color.
“En el caso particular de este virus, estudios han demostrado que la mayoría de los pacientes desarrollan anticuerpos de siete a 10 días post infección, sin embargo, algunos pueden tenerlos antes de los cinco días”, se lee en el documento.
En el país, Arcsa ha aprobado 306 marcas de pruebas rápidas; ocho por quimioluminiscencia; y dos por elisa.
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