En Ecuador, los accidentes cerebrovasculares o ACV son una de las 10 principales causas de muerte. En 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hubo 5 102 decesos, mientras que en 2019 fueron 4 607, es decir un incremento de 465 fallecimientos.
Cristhian Bravo, subdirector médico y jefe de emergencia del Hospital de Los Valles, explica que el ACV es una enfermedad que se produce cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene.
Esto provoca la limitación de la llegada de oxígeno y nutrientes a ese órgano, lo que puede derivar en diversas complicaciones, como un daño cerebral.
Al tratarse de una enfermedad que está afectando a más personas, cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, con el fin de crear conciencia y detectar señales de alarma, así como la importancia de trabajar en la prevención.
En Quito, como parte de las acciones, la Secretaría de Salud del Municipio de la capital y el Hospital de Los Valles organizan una caminata para sensibilizar a las personas sobre los factores predictores, de riesgo y protectores.
La actividad se realizará el 29 de octubre desde las 08:00. El punto de partida será desde la Plaza del Hospital de Los Valles, ubicada en la avenida Interoceánica km 12.5, hasta la Plaza de Tumbaco.
Al finalizar la ruta, además de brindar información sobre la prevención de accidentes cerebrovasculares, también está programada una jornada médica en salud comunitaria, salud mental y nutrición.
Factores de riesgo
Bravo menciona que entre los factores de riesgo para que se presente un ACV están la presión arterial alta, la fibrilación auricular (frecuencia cardíaca irregular), diabetes, antecedentes familiares de la enfermedad, colesterol alto, entre otros.
El especialista agrega que hay otros factores que no se relacionan con enfermedades preexistentes y tienen que ver con la mala alimentación, el sedentarismo y la obesidad. Por ello, una manera de prevenir es mantener hábitos saludables que incluyan la práctica de actividad física.
Signos de alarma
Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo, parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna, problemas para caminar o dolor de cabeza son los síntomas de un ACV, dice Bravo.
Un accidente cerebrovascular debe ser atendido de manera urgente y el tratamiento inmediato es crucial para evitar complicaciones.
“Si es que no acudimos rápido a un hospital el riesgo principal es la muerte del paciente. También quedan secuelas y un grado de discapacidad que puede llegar al 50 o 60%”, agrega.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 5 de cada 10 personas que sobreviven a esta patología vivirán con discapacidad permanente o crónica y el 70% de quienes sufren un ACV no podrá regresar a trabajar inmediatamente.
Según World Stroke Organization, en el mundo, una de cada cuatro personas mayores de 26 años tendrá un ACV a lo largo de su vida.
En Ecuador
En el país está activa la campaña Actúa con Velocidad junto a la iniciativa Angels para reducir los índices de mortalidad y discapacidad por ACV a través de la socialización, concienciación y capacitación.
El proyecto, a cargo de la Vicepresidencia, ha trabajado con 10 030 funcionarios entre públicos y privados en la identificación de síntomas y creando conciencia sobre los signos del ACV y los beneficios del acceso oportuno a la atención médica de emergencia.
Además, 1 882 profesionales de la salud se capacitaron para mejorar la respuesta del sistema hospitalario con la acreditación como Stroke Ready Center, que la tienen cinco hospitales públicos y uno privado.
También está previsto iniciar con el proceso de certificación del Hospital de Los Valles, en Quito, y del Hospital Luis Vernaza, en Guayaquil. Para ello médicos y enfermeras actualizarán sus conocimientos en atención oportuna al paciente y la activación del código ICTUS.
La aplicación de este código se refiere a la detección prematura del ACV de manera que posibilite una rápida asistencia del personal médico.
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