La llegada de la pandemia del covid-19 motivó el consumo de alimentos congelados debido a las restricciones y la necesidad de abastecerse de productos que duren más tiempo para evitar visitas frecuentes al supermercado.
La categoría de semi listos congelados, por ejemplo, registró un promedio de incremento del 19,66% en sus ventas durante la pandemia, sobre todo en las categorías de papas, bocaditos de sal y vegetales.
Galo Miño, de Kypross Ecuador, señala que la emergencia sanitaria sin duda fue un motivo para el aumento del consumo de alimentos congelados, tendencia que se suma a que los hogares modernos dedican menos tiempo a la cocina y prefieren ocuparse en otras actividades.
Por ello, a la hora de preparar la comida en casa lo que se busca es practicidad y facilidad, además de que el alimento que sea nutritivo.
Y si bien la tendencia permitió romper varios mitos en torno a este tipo de productos, todavía persisten algunas dudas, especialmente las relacionadas a nutrición y seguridad alimentaria. A continuación detallamos algunas de esas creencias que son erradas:
Son menos nutritivos
Un alimento congelado es igual o más nutritivo que uno fresco debido estos últimos pasan por un viaje largo hasta llegar a la mesa y en ciertos casos es sometido a varios días en almacenamiento. En ese proceso están expuestos al ambiente, calor, luz, oxígeno, entre otras condiciones, que originan la pérdida de sus características naturales y nutricionales.
Los alimentos congelados, en cambio, son cosechados justo cuando alcanzan su punto de madurez y de inmediato son precocidos, manteniendo sus características naturales, y finalmente son sometidos al proceso IQF (Individual Quick freezing), es decir ultracongelación rápida industrial.
Esta técnica permite congelar el producto de forma rápida e individual en donde cada uno se congela desde adentro hacia afuera, permitiendo que los cristales de hielo que se forman dentro de las células de los tejidos sean diminutos, lo que evita que las paredes celulares se rompan.
No son naturales
La materia prima con la cual se elabora el producto es 100% natural. La diferencia es que el alimento natural es sometido a un proceso de ultracongelación, que es la técnica más efectiva para conservar la frescura y valores nutricionales.
Contienen químicos o aditivos
Los productos congelados no contienen químicos y/o aditivos, su calidad se garantiza por una adecuada cosecha, madurez del producto y el proceso de ultracongelación IQF, el cual garantiza una congelación natural y que permite conservar todas las características y nutrientes del producto.
Son costosos
Es clave analizar el costo/beneficio de este tipo de alimentos, valorando su precio versus las ventajas que generan como ahorro de tiempo, conservación del alimento por largo tiempo (con una adecuada preservación, pueden llegar a durar hasta un año) y acceso a un producto fresco y nutritivo.
¿Cómo identificar un alimento congelado en buen estado?
Al momento de realizar la compra de un alimento congelado es importante prestar atención a los siguientes puntos:
- El producto debe estar suelto, similar a una funda de granos secos. Si está compacto ha perdido la cadena de frío.
- El empaque debe estar totalmente sellado.
- Verifique la fecha de elaboración y caducidad.
- Una vez abierto el empaque, el producto no debe tener internamente hielo o escarcha.
Los alimentos frescos, por definición, son perecederos, es decir, pueden caducar o deteriorarse rápidamente, y, en ese sentido, los consumidores de hoy no son tan tolerantes con este tipo de productos como lo eran antes de la pandemia. La frecuencia con la cual hacemos nuestras compras es un factor.
Los consumidores no pueden abastecerse de alimentos perecederos y esperar que éstos sean comestibles semanas más tarde. Aun cuando los consumidores se sienten menos estresados por comprar en las tiendas físicas, parece ser que los nuevos hábitos de compra adquiridos durante los últimos meses perduran.
De igual forma, es importante resaltar la capacidad de los consumidores de abastecerse de congelados, sin generar desperdicio. Tres de cada cuatro de ellos señalaron que almacenan alimentos congelados, lo que, en general, muestra una mayor inversión de su parte en este tipo de productos.
Consumidores
Un estudio realizado por Deloitte en julio del 2021 mostró que el consumo de los alimentos congelados se incrementó y las principales razones son: las características de los productos perecederos, el precio y la preferencia.
Los alimentos frescos pueden deteriorarse rápidamente, y, los consumidores de hoy no son tan tolerantes con este tipo de productos como lo eran antes de la pandemia. Un factor es la frecuencia con la que hacemos las compras.
En cuanto al valor, el estudio menciona que en un entorno caracterizado por los aumentos de precios, casi la mitad de los consumidores piensa que el precio de los alimentos congelados no ha subido en absoluto.
Sobre la preferencia, la encuesta mostró que los consumidores dijeron que preparar alimentos congelados es, incluso, más fácil que preparar los frescos.
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