Seguir de cerca el comportamiento de los virus respiratorios es una herramienta para la detección oportuna de posibles brotes y para tomar medidas de contención. Tal como ha ocurrido en los últimos meses, este monitoreo alertó un incremento de los casos de influenza y virus sincitial (VSR), además de un repunte del SARS-CoV-2.
En Ecuador, ese trabajo está a cargo del Centro de Referencia Nacional de Influenza y otros virus respiratorios. Es parte del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) y mantiene la vigilancia de nueve virus que tienen mayor circulación en la región.
En sus laboratorios zonales han detectado 29 633 casos hasta la penúltima semana del 2022. El 98% corresponde a covid-19, luego están el VSR y la influenza A (principalmente AH3N2). Las muestras son enviadas por hospitales centinela de todo el país, que captan pacientes con infecciones respiratorias agudas graves.
Ese rastreo también apunta a la influenza B, adenovirus, parainfluenza I, II, III y metapneumovirus. Estos agentes infecciosos causan síntomas comunes (fiebre, malestar general, secreción nasal, tos) y tienen una mayor circulación en las épocas lluviosas y frías del año, por lo que se espera un aumento en enero con el arranque de las precipitaciones en la Costa.
En busca de subgrupos del virus sincitial respiratorio
El comportamiento del virus sincitial respiratorio (VSR) no ha tenido grandes variaciones. Suele ser común en esta época del año. Al igual que resto de patógenos respiratorios, dejó de ser el centro de atención tras la introducción del SARS-CoV-2.
Ahora, cuando el covid-19 empieza a ser parte de las enfermedades estacionales, volvió a tener notoriedad en los diagnósticos. Según datos del Inspi, entre la semana epidemiológica 1 y la 45 del 2021 hubo 135 reportes de VSR. En el mismo periodo del 2022 registraron 271 casos.
El virus sincitial fue aislado por primera vez en 1956. Es reconocido como la principal causa de infecciones respiratorias en lactantes y niños pequeños. Puede causar resfriado común en adultos, mientras que los lactantes pueden desarrollar cuadros de bronquiolitis y neumonía en niños mayores.
La infectóloga del pediátrico Roberto Gilbert, Mildred Zambrano, explica que los menores de 1 año y los pacientes con enfermedades crónicas preexistentes son los más afectados y necesitan hospitalización. Esta unidad médica ha reportado un aumento de la demanda desde noviembre.
La especialista recomienda evitar las aglomeraciones y procurar no llevar a los niños a sitios cerrados y de concurrencia masiva. Además, mantener la higiene de las manos y el uso de mascarilla.
“No se debe automedicarlos y en caso de algún síntoma respiratorio hay que buscar la atención especializada para tener un diagnóstico y tratamiento oportuno especializado”, dice Zambrano.
Por ahora el Centro de Referencia Nacional de Influenza y otros virus respiratorios está implementando técnicas moleculares para identificar en sus análisis los subgrupos del VSR (existen varias cepas) y de otros agentes infecciosos.
Seguimiento cercano a la influenza
La mirada siempre ha estado puesta en la influenza. De hecho, se espera que la siguiente pandemia sea causada por este virus y por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su continuo monitoreo.
Los subtipos de la influenza tipo A son los de mayor riesgo para la salud humana, en comparación con los del tipo B y C. Las personas más vulnerables son los niños de 0 a 5 años, los mayores de 65 años y los grupos con comorbilidades.
El Inspi ha detectado al menos 154 casos de influenza A en el 2022. Hay un caso por el tipo AH1N1 y en 153 casos se identificó la influenza AH3N2.
Este virus concentra la mayor cantidad de hospitalizaciones en unidades médicas como el IESS Quito Sur. Juan Sánchez, gerente del hospital, explica que hay 122 pacientes internados por males respiratorios. Si bien la positividad de covid-19 llega al 30%, el especialista ha indicado que la influenza A es prevalente.
Las medidas de bioseguridad y la vacunación son las principales barreras de protección. Sin embargo, la cobertura contra la influenza aún es baja en el país. Según datos del Ministerio de Salud, hasta el pasado 19 de diciembre del 2022 se aplicaron 879 460 dosis. La meta es llegar a 1,5 millones de personas.
Visita nuestros portales: