Mujeres activistas y organizaciones feministas presentaron este jueves, 28 de abril del 2022, la agenda para un gobierno feminista en Ecuador. Señalaron que es una propuesta alternativa, construida ante la desatención del Estado hacia las mujeres en algunos ámbitos.
El lanzamiento de la agenda se efectuó en la sala capitular de la iglesia de San Agustín, en el Centro Histórico de Quito, durante una rueda de prensa. La propuesta nace desde el 2021. Se busca articular alianzas para generar incidencias.
Realidad de la mujeres ecuatorianas
Betty Tola, de la coordinación nacional de la plataforma Mujeres Caminando Hacia la Igualdad, señaló que “a las mujeres diversas nos duele el Ecuador. A parte de la pandemia que trajo muerte y dolor, también se suma la exacerbación de la violencia que sufrimos las mujeres cotidianamente en nuestras vidas y en nuestros cuerpos”.
Acotó que a esta violencia extrema, también se “suman las decisiones del Gobierno, que provocan un deterioro acelerado de las condiciones de vida de las mujeres y del pueblo ecuatoriano”.
Asimismo, denunció que las mujeres viven una “precarización laboral” en distintos sectores y el Gobierno “sigue virando la cara cuando se trata de garantizar nuestros derechos”.
La “violencia machista” es otra problemática, dijo, que se evidenció durante la pandemia cuando muchas vivieron junto a su agresor. “El año 2021 se registra como el año de más alto número de femicidios en la historia reciente de nuestro país”, lamentó.
Según la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), 197 mujeres, adolescentes y niñas fueron asesinadas por razones de género durante el 2021. Incluidos 8 transfeminicidios y 67 muertes por delincuencia organizada.
Ejes de la agenda
Las propuestas de la agenda para un gobierno feminista se basan en cinco ejes: soberanías, Estado, economía, inclusión, y vidas libres de violencia.
Ibeth Orellana, una de las voceras de la propuesta, señaló que el primer eje plantea concebir la soberanía de los cuerpos “como un proceso individual y colectivo, implica ser dueñas de nosotras mismas”.
Sobre el eje de Estado, “exigimos igualdad de derechos y respeto a las diferencias, así como medidas de acción afirmativa, que promuevan la igualdad real”, mencionó. Las proponentes plantean una democracia feminista con participación política en condiciones de igualdad y respeto.
Respecto a la economía, se propone una transformación profunda, “no para crecer más, sino para vivir mejor”.
También abogan por una salud y educación más incluyente. “Los programas educativos no incorporan suficientemente, ni en sus mallas curriculares ni en sus prácticas institucionales, una perspectiva feminista que promueva la igualdad y no discriminación”, según los argumentos de la propuesta.
Para las representantes, un cambio de patrones socio-culturales permitirá es una de las acciones que conllevará hacia una vida libre de violencia.