La muerte de la activista Lesbia Urquía ocurrió en la ciudad de Marcala, departamento de La Paz, fronterizo con El Salvador. Foto Referencial: Wikicommons
Una mujer que era activista del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), que lideró la ambientalista Berta Cáceres, asesinada el 3 de marzo, fue hallada muerta a causa de golpes en la cabeza, informó el jueves 7 de julio de 2016 una fuente policial.
Se trata de Lesbia Yaneth Urquía, de 48 años, quien al parecer además era una pequeña empresaria, dijo escuetamente a periodistas un oficial de la Policía Nacional en la ciudad de Marcala, departamento de La Paz, fronterizo con El Salvador, donde se registró el hecho criminal.
Agregó que el cuerpo sin vida de Urquía fue hallado el miércoles 6 de julio cerca de un basurero público de Marcala y que personal de medicina forense recogió el cadáver para conocer las causas de su muerte.
Urquía habría salido de su casa el martes 5 de julio en una bicicleta, pero no regresó, por lo que sus familiares comenzaron a buscarla, según la poca información que maneja la Policía Nacional.
El informe preliminar indica que Urquía habría muerto a causa de un trauma encéfalo craneal abierto, producido con un objeto cortante.
La víctima era propietaria de un pequeño supermercado y un modesto hotel, según versiones difundidas por la prensa local.
El 3 de marzo fue asesinada la ambientalista y defensora de derechos humanos Berta Cáceres en la ciudad de La Esperanza, en el occidente de Honduras, donde vivía.
Cáceres era la coordinadora general del Copinh y sobre su muerte violenta hasta ahora han sido capturados cinco hombres, que las autoridades suponen son los autores intelectuales y materiales del asesinato que ha causado rechazo a nivel nacional e internacional.
La líder ambientalista se oponía a la construcción de proyectos hidroeléctricos en el occidente de Honduras porque en su opinión causaban daño a las comunidades indígenas y al ambiente natural del país en general