Los expertos estiman que no va a haber una solución definitiva al problema en la playa de Miami Beach tras la pérdida de arena. Foto: Shutterstock
Miami Beach podría pronto quedarse sin su atracción más famosa: las largas playas de arena blanca. Una nota de The Verge explicó que la costa de la ciudad sufre graves problemas de erosión debido al aumento del nivel de los océanos. Pero las soluciones son todas muy caras y complicadas.
Según una reciente nota de The Verge -titulada “Sand’s End” (“El fin de la arena“)- no quedan dudas: la arena de las playas de Miami Beach se está acabando y encontrar otra es muy caro y complicado.
El problema principal, explica la nota, es que toda la arena de la playa de la ciudad de Florida es artificial.
Durante años el océano fue erosionando la costa, y la ciudad gastó millones de dólares para bombear la arena desde el fondo del mar para reemplazar la que desaparecía: pero al poco tiempo, el océano se la volvía a “comer”.
Ahora, a causa del cambio climático, ese problema se amplificó: el nivel del agua sube de 2,5 centímetros por año -a un ritmo en aumento- y la arena está desapareciendo cada vez más rápidamente.
El mar está muy cerca, a unos 20 pasos. Foto: Infobae
The Verge publicó también que el problema de la playa de Miami es común a muchas otras en el mundo, que están “atrapadas en un ciclo que se hará cada vez más complicado a medida de que el nivel de los océanos aumente“.
Los efectos ya son visibles hoy en día: en frente al Hotel Fontainebleau -uno de los más famosos de la ciudad- ya casi no hay más arena y el mar está a pocos metros de alcanzar la avenida que bordea la costa.
Reemplazar la arena, además, es complicado porque ya no queda tampoco en los lugares que la ciudad usaba para abastecerse de nueva arena y reemplazar la que desaparecía.
Afortunadamente, alguien se está ocupando del problema: el US Army Corps of Engineers (USACE), la sección del Ejército de Estados Unidos que brinda servicios de ingeniería y diseño de proyectos.
Se trata de un trabajo difícil, que los técnicos definen como “nutrición”: se vuelve a alimentar con la extracción de arena, generalmente desde el fondo del océano, para volver a reemplazar la que se fue.
Las playas de Miami Beach reciben millones de turistas cada año. Foto: Shutterstock
Pero “una vez que se empieza con la ‘nutrición’ no se puede acabar”, escribió The Verge. Comienza un ciclo prácticamente infinito de sustitución de arena. La práctica mantiene la playa, aunque también es la implícita admisión de que nunca va a haber una solución definitiva al problema.
También hay otra cuestión: no cualquier tipo de arena sirve para usar en las playas. En general, no tiene que ser ni demasiado finita -como la de las dunas del desierto- ni demasiado gruesa y tiene que respetar lo más posible las características y el color de la arena original para preservar el medio ambiente y el hábitat de las especies animales que viven en el lugar.