La variante Ómicron del coronavirus ha causado a nivel mundial una explosión de casos de la enfermedad debido a su alta transmisibilidad. En Ecuador, las autoridades esperan un pico de contagios esta semana y estiman que se llegue a los 20 000.
Solo en la primera semana de enero, según las autoridades, se contabilizaron 15 065 y en lo que va de esta semana (hasta el 12 de enero) se identificaron 14 445.
Por ello, la recomendación de las autoridades es la vacunación y que la población siga manteniendo las medidas de bioseguridad, entre ellas el uso de la mascarilla.
Actualmente, las N95 y KN95 son las recomendadas por los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) para prevenir contagios por la variante Ómicron.
Las N95, correctamente ajustadas, pueden filtrar hasta el 95% de las partículas presentes en el aire, según los CDC. Sin embargo, se recomienda su priorización para los trabajadores de la salud y el personal médico.
La KN95 también filtra hasta el 95% de las partículas del aire. Los CDC desaconsejan el uso de mascarillas KN95 con válvulas de respiración, ya que estas permiten el paso de las gotitas respiratorias que contienen el virus.
Estas mascarillas sí se pueden reutilizar, pero expertos recomiendan tener varias e irlas rotando. Después de aproximadamente un día es aconsejable volverla a utilizar.
Las mascarillas FFP2 o FFP3 también se recomiendan debido a que se ajustan mejor a la forma de la cara impidiendo el ingreso del aire contaminado a nuestro organismo.
¿Qué sucede con las mascarillas de tela?
Para el epidemiólogo Daniel Simancas, las mascarillas de tela son las menos recomendadas y más ante la variante Ómicron. El especialista explica que en caso de utilizarla debe hacérselo sobre una quirúrgica o una KN95 para evitar un posible contagio.
Según los CDC, las telas menos eficaces para este tipo de mascarillas son las de tejido suelto y telas de una sola capa, mientras que las recomendadas son las de tejido cerrado, como algodón y mezclas de algodón, telas que permitan la respiración y de doble o triple capa de tela.
Mascarillas quirúrgicas
Simancas explica que al ser Ómicron una variante más contagiosa es necesaria una mejor protección, por lo que si solo se utiliza una mascarilla quirúrgica no será efectiva.
El especialista recomienda juntar dos mascarillas que no necesariamente deben ser del mismo tipo. Por ejemplo, una KN95 con una quirúrgica o de tela por encima, o una quirúrgica primero seguida de una de tela.
“Es la mejor combinación para obtener una mejor protección”, menciona.
Por otro lado, Claire Judith Horwell, profesora de la Universidad de Durham (Reino Unido), dio algunos consejos para reconocer si la mascarilla quirúrgica deja de tener efecto de protección contra el covid-19.
El primero es que si la persona siente que le entra aire en los ojos o las gafas se empañan de forma rápida, la mascarilla no sirve contra el virus.
Otro factor que muestra que no estamos completamente protegidos es notar que el aliento se escapa por los bordes de la mascarilla y el aire que respiramos puede estar contaminado y atravesarla.
Estas mascarillas son desechables y el tiempo de uso recomendado es de 4 horas.
Mascarillas para trabajadores de la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un documento con nuevas pautas sobre el uso de las mascarillas para los trabajadores de la salud que traten pacientes confirmados o sospechosos de covid-19.
El texto indica que para prevenir la alta tasa de contagios con la nueva variante Ómicron, los profesionales de la salud deben usar mascarillas de protección N95, FFP2, FFP3 o un respirador certificado equivalente o de nivel superior junto con otro equipo de protección personal antes de ingresar a una habitación donde haya un paciente covid-19.
Estos respiradores deben usarse en entornos de atención donde se sabe que la ventilación es deficiente o no se puede evaluar, o el sistema de ventilación no se mantiene adecuadamente en función de los valores y preferencias de los trabajadores de la salud y de su percepción de lo que ofrece la mayor protección posible para prevenir la infección por SARS-CoV-2.
Para los trabajadores que atienden en las unidades de cuidados intensivos, unidades de cuidados semi-intensivos y departamentos de emergencia, la OMS recomienda, además, el empleo de batas, guantes y protección para los ojos.